Muertos y Enterrados, del año 1981, es una delicatessen para quien entiende de cine de terror. Y por eso, los chicos de Par-Impar invitan al escritor y guionista Rubén Sánchez Trigos, que acaba de publicar la exitosa novela Vuelve a mí (Ed. Grijalbo) para hablar de esta película donde los muertos se levantan de la tumba... pero con un resultado muy distinto al de las películas y series sobre zombis.
En efecto, no son zombis sino resucitados, lo que abre todo un nuevo abanico de posibilidades a esta película del director Gary Sherman (Poltergeist III). Un realizador menos conocido que otros iconos del terror de esa década pero cuya filmografía tiene hitos verdaderamente destacados aunque menos mediáticos.
Rubén Sánchez Trigos, guionista de cine especializado en terror con ejemplos como Verónica, La luz o Viejos, habla de todo ello aprovechando la salida de su nueva novela, donde una joven descubre que tiene el poder de resucitar a los fallecidos, pero también de ejercer un particular control sobre ellos.
De los mismos guionistas de Alien, estrenada tres años antes, Muertos y Enterrados se desarrolla en la pequeña ciudad de Potters Bluff, donde ocurren una serie de extraños asesinatos. Los muertos son gente de fuera, y todos ellos presentan señales de violencia: han sido brutalmente asesinados. Dan, el sheriff del lugar, investiga estos delitos en solitario, ya que nadie parece percatarse a su alrededor de estos fenómenos. Pero mientras, el forense se entrega más a la tarea de reconstruir los cuerpos que a la de buscar las pruebas que el investigador necesita, entre otros episodios extraños...