
El Mundo
"Ayuso desactiva la provocación de Bolaños para polarizar el 28-M". ¿Polarizar el 28-M? Lo que pasó es que Napoleón Sánchez envió ayer a su escudero Bolaños a reventar Madrid y se encontró con Manuela Ayuso Malasaña que le paró los pies. El final de esta historia será el 28-M con el fusilamiento en las urnas del PSOE. "Ya resuena un 2-M que muestra la determinación de Ayuso incluso frente al Gobierno". Venía Bolaños muy chulito, en plan macarra, por mis bolaños, que diría Bustos, que subo a la tribuna. Y la tía, que los tiene cuadrados, se los metió hasta la campanilla. Arriba esa Ayuso.
Lucía Méndez vuelve a sacar ese odio (¿o será envidia?) hacia Ayuso. "Isabel Díaz Ayuso, a punto de someterse a las urnas con el objetivo de lograr la mayoría absoluta, no podía dejar pasar un Dos de Mayo de vísperas electorales como si fuera un festejo de trámite. Necesitaba una traca de mayores proporciones que el desfile militar, las medallas de la Comunidad, o las cinco veces que sonó el Himno de España en las diferentes fases de las celebraciones oficiales". Perdona, bonita, pero aquí el provocador fue el ministro de este Gobierno de gamberros que vino a imponer su santa voluntad y se le puso en su sitio. Ayuso tenía que haber llamado a Seguridad y sacar al provocador esposado. Aunque tampoco hizo falta, Alejandra Blázquez, la jefa de Protocolo, se sirvió ella solita para detener al macarra Bolaños.
"Madrid es España al menos cinco veces para que al personal se le ponga el vello de punta gritando ‘Viva España’, y de paso con la calle abucheando a los ministros socialistas que no se llamen Margarita Robles". Pues si te molesta, Lucía, ya sabes dónde está la puerta. O las puertas, que hay varias.
"La líder del PP madrileño se construyó a sí misma en oposición a Pedro Sánchez y cuando el presidente no está, busca a un delegado. En este caso fue Félix Bolaños, convertido en la víctima del Dos de Mayo, al ser expulsado de la tribuna de autoridades del desfile militar por la jefa de protocolo de Díaz Ayuso. En Madrid, la autoridad es la que es. Ayuso pone y quita ministros dónde y cómo le viene en gana". Mientes, Lucía. Moncloa mandó a Robles y Bolaños vino en plan matón, como lo son toda la banda de Moncloa y sus periodistas afines, que no están todos en El País. Pero no vamos a entrar en la trampa monclovita de reales decretos y protocolos. Bolaños es tan chulo como su jefe e intentó boicotear y pisotear a Ayuso y se fue escaldado. ¿Eso escuece, eh?
Feijóo "se siente obligado a combinar la moderación y la templanza con el desenfreno y el exceso que piden los más radicales, y así es como aborda esta campaña electoral en ciernes. Un día al lado de Ayuso y al siguiente junto a Juanma Moreno". Parece que las periodistas sanchistas están desenfrenadas. Por cierto, ¿qué tal el golf?
El editorial aclara las mentiras de Lucía Méndez. "Moncloa obtiene lo que vino a buscar con su provocación". ¿Te enteras, Lucía? A ver si consigues que ese odio africano a Ayuso no te nuble el entendimiento. "La imagen que este martes pudo ver toda España del ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, moviendo a escondidas las catenarias para colarse de manera subrepticia en la comitiva que accedía a la tribuna de autoridades del desfile del 2 de Mayo en Madrid debería ser impropia de un miembro del Gobierno". Debería, pero es lo propio de este gobierno de macarras y matones.
"Es también la evidencia más elocuente de la mala fe y el ánimo de provocación que ha movido a Moncloa en este episodio". Como en todos. Insolvencia y mala fe, la marca del Gobierno de Sánchez.
"La respuesta previsible del Ejecutivo autonómico fue la de impedir, oponiéndose incluso físicamente, que el ministro alterase de forma sorpresiva, sobre la marcha, la organización del acto". ¿Pero quién se ha creído que es este tiparraco? No sabía con quién se estaba enfrentando. "El "bajo ningún concepto" que una y otra vez le repitió la jefa de Protocolo de la Comunidad a Bolaños sintetiza el mensaje político de la respuesta de Isabel Díaz Ayuso: que en ningún sitio está escrito el derecho del ministro a imponer su presencia en el estrado y que nadie, por tanto, podía esperar otra cosa de ella que la resistencia a doblegarse". ¿Ayuso doblegarse? Eso le hubiera gustado a Lucía Méndez y a la tropa mediática sanchista. Pero de eso nada, monada. Olé esa Ayuso, con un par. Encima el 2 de Mayo. Bolaños fue un temerario. "Si alguien salió malherido fue el ninguneado Juan Lobato". Su cara era un poema.
El editorial cuenta la secuencia de los hechos, un poco larga, pero que por su interés reproduzco entera. "El Gobierno de la Puerta del Sol invitó inicialmente a la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, y después añadió a Robles a reclamación cortés de ésta, pertinente, ya que el desfile incluye una parada militar. Es decir, la misma previsión que el último año que el 2 de Mayo se celebró con un presidente del PP en Moncloa: en 2018 asistieron Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal. Isabel Rodríguez declinó asistir y delegó en Bolaños, sin que esa figura de la delegación se contemple en ninguna norma y a sabiendas de su pésima relación con Díaz Ayuso. El ministro de la Presidencia se dirigió a la Comunidad no para solicitar su presencia, sino para imponerla, lo que motivó las primeras protestas de Sol, que aun así mantuvo el decoro institucional y reservó un espacio en primera fila para que el ministro siguiera la ceremonia. Bolaños inició su maniobra ausentándose de forma muy ostentosa durante el discurso de Ayuso; luego trató de acceder por las bravas a la tribuna de autoridades". O sea, que encima de que le dieron un lugar privilegiado tras la pataleta, tuvo que intentar subir a la tribuna. Y hasta aquí hemos llegado, dijo Ayuso. Bravo, presidenta.
Federico Jiménez Losantos cuenta que "Ayuso, más educada que Bolaños, hasta lo saludó en los premios de la Comunidad. ¿Por qué se empeñó en lo del desfile? Por buscar bronca, evidentemente. ¿Y eso favorece al PSOE de Madrid? El polizón Bolaños haciendo el mameluco un 2 de mayo, ¿le conviene al candidato Lobato? Así estaba él ayer, jurando en arameo. Si lo que pretendía era favorecer a Sumar jugando a escrachar un acto oficial, adelante. Pero yo creía que Bolaños era del PSOE, no un hooligan de Más Madrid". Tanto monta, monta tanto, Federico. Son unos broncas, unos matones de discoteca, todos.
"Los mamelucos, aunque a sangre y fuego, se impusieron un 2 de mayo. Bolaños, ayer, ni eso". No, ayer el PSOE firmó su sentencia de muerte en Madrid.
El País
El periódico de Sánchez se divide entre el espionaje a Feijóo y la gamberrada de Bolaños. "El Gobierno acusa a Feijóo de maniobrar en la oscuridad con la justicia". Sánchez, precisamente Sánchez. Parece que esa reunión se habló de derogar las leyes sanchistas. Hombre, es lo mínimo que va a tener que hacer Feijóo. Como Sánchez ha derogado la reforma laboral de Rajoy, Zapatero derogó el Plan Hidrológico de Aznar, y así sucesivamente. Por no hablar de las leyes educativas. ¿De qué van? Y lo de maniobrar con la justicia tiene narices. El impresentable que llegó a Moncloa tras un engaño masivo a los votantes, famoso por dejar claro que él manda en la Fiscalía. "De quién depende la Fiscalía. Pues eso". Que nombró fiscal general del Estado a una ministra socialista, la de información vaginal, éxito asegurado. Este tipejo sin escrúpulos viene dando lecciones. A Parla, hombre.
"Ayuso veta a Bolaños en la tribuna de los actos del 2 de Mayo". Más bien le plantó cara al matón envidado por Sánchez a humillarla. Le dio una patada en sus partes que todavía le estará doliendo. Bien, Ayuso, así se trata a un machito crecidito. Y bien, Alejandra, por no dejarte acogotar por el ministro gamberro y sus chulos. "El titular de Presidencia, que no estaba invitado al acto, sí pudo seguir en primera fila la ceremonia oficial en la sede del Gobierno autonómico". Y así le pagó el gesto, liándola en la tribuna. Vaya panda reside en Moncloa. Parecen una banda de pistoleros del salvaje Oeste en un Saloon.
El editorial, lo esperado. "La escena vivida ayer en las bambalinas de la tribuna de los actos del Dos de Mayo para conmemorar el Día de la Comunidad de Madrid expresa de forma muy gráfica la ausencia de escrúpulos institucionales que imponen Isabel Díaz Ayuso y sus asesores a su gestión política". No, Pepa, no. Lo quedó meridianamente claro es que nos gobierna una banda de matones, chulos playa, matones, gamberros y macarras.
"No se recuerdan precedentes del veto a un ministro del Gobierno de España en un acto oficial presidido por un presidente autonómico". Tampoco se recuerdan precedentes de un ministro machirulo intentando imponerse por la fuerza a la presidenta de una comunidad. Tuvo la respuesta que merecía. Y poco fue, le tenían que haber sacado a la fuerza por alborotador.
"Podría ser una anécdota menor si no respondiese esa actuación a una estrategia propagandística de signo trumpista donde importa poco la respetabilidad de las instituciones democráticas ante la posibilidad de ganar un impacto mediático mayor". Ay, que me da la risa. Si alguien ayer fue trumpista fue precisamente Bolaños. Le faltaba el tupé rubio.
"Esos comportamientos convierten a la democracia en escenario de peleas callejeras demasiado parecidas a las broncas nocturnas a las puertas de discotecas con servicio de seguridad". Ni yo misma lo hubiera descrito mejor. Un tío intentando colarse por las bravas en una discoteca y poniéndose chulángano con el portero. A rastras le tenían que haber sacado.
ABC
"Ayuso frena la treta de Bolaños tras autoinvitarse al 2 de Mayo". Viva Ayuso. "No es no". Dice el editorial que "en ninguna otra autonomía resulta imaginable un altercado como el protagonizado por los servicios de protocolo de la Comunidad de Madrid y el jefe de gabinete del ministro de Presidencia, que insistió en acudir a los actos de la Real Casa de Correos sin haber sido invitado por las autoridades regionales y con la advertencia expresa y reiterada de que no era bienvenido". Es que en ninguna otra comunidad Sánchez y sus ministros se comportarían con la chulería y la bravuconería con que lo hacen en Madrid. El ridículo de Bolaños "solo puede entenderse como una provocación, planificada y perfectamente coordinada por el gabinete de Sánchez". Le contestaremos el 28 de mayo.
"Rodeado de medios de comunicación, Bolaños buscó el enfrentamiento directo al tratar de subir a la tribuna presidencial" y humillar a Ayuso. ABC, asustado, pide las sales. "El equipo de Isabel Díaz Ayuso podría haber permitido que Bolaños accediera a la tribuna presidencial de la Puerta del Sol, evitando así el esperpento. Hubiera sido lo más deseable". Ayuso ya cedió un lugar de honor a Bolaños pese a que no estaba invitado. ¿Está pidiendo ABC a Ayuso que permita al Gobierno humillar a los madrileños? Ni de coña. Venía a reventar el acto y hay responderle con su misma violencia.
Lo cuenta mejor Ignacio Camacho. "El desafío era artificial, absurdo, infantil, un emperre de orgullo monclovita que pretendía otorgar rasgos de drama a un simple lance burocrático: la hembra alfa de la derecha insubordinada frente a la autoridad del Estado". Querían obligar a Ayuso a bajar la cabecita y tragar. Bolaños intentó penetrar a la fuerza en la tribuna de Ayuso.
Como dice Manuel Marín, "no era suficiente con ver reservado, y era lógico, su asiento. Había que sobreactuar, mantener viva la brasa del conflicto, fingirse una víctima de 'bullying' y, a falta de una navaja ensangrentada, acusar a Díaz Ayuso de ‘odiadora y crispadora’". Porque no se dejó abusar. "Sabía que no podría subir a la tribuna de la parada cívico-militar porque nada debía presidir, pero la ocasión era demasiado tentadora como para cesar en este juego maniqueo de pillos, consciente de que cuando se provoca a Ayuso nunca rehúye la tangana. De eso iba". Y salió trasquilado, Ayuso es mucha Ayuso.
"El ministro se ridiculizó a sí mismo por orden de Sánchez ofreciéndose gustoso al paseíllo del oprobio por Sol para dejarse abuchear como ese gregario que se inmola para proteger al jefe". Él mismo.
"Basta con hacerse dos preguntas: ¿lo que hizo Bolaños con su autoinvitación, lo ha repetido en alguna otra autonomía? Y si hubiese acudido Sánchez, ¿Bolaños habría empezado su festival de caritas, entre niño compungido castigado sin merienda y ministro retador con mirada de Chuck Norris?". La bofetada la recibirá el pobre Lobato, que aquí ni pincha ni corta.
Alberto García Reyes dice que " el vodevil del ministro Bolaños en el acto del Dos de Mayo de la Comunidad de Madrid es la prueba del algodón del estilo sanchista, que se yergue sobre tres pilares: la mala educación, la soberbia y el victimismo". Una "bravuconada" y una "grosería", una "gamberrada" para reventar el 2 de Mayo.
"Quería llamar la atención, generar bullanga, poner en un brete a Isabel Díaz Ayuso para ver si soltaba un exabrupto que pudiese abrir los telediarios". Y los abrió, pero no porque Ayuso abriera la boca, sino porque dio vergüenza ajena ese numerito de machito chulo y abusón.
Alberto García Reyes cree que "Ayuso cayó en la trampa". "Que después de que todos vieran cómo Bolaños se intentaba colar, le dejase pasar. Con magnanimidad". Con el sanchismo no se puede ser magnánimo. O pegas, o dejas que te peguen. No hay más que ver cómo se comportan con Feijóo. El Gobierno lo hubiera vendido como que le ha dejado claro a Ayuso quién manda aquí. Algunos están en la luna.
La Razón
"Moncloa usa a Ayuso contra Feijóo". "Es la instrucción que reciben diariamente los ministros en el argumentario de campaña que elaboran en Moncloa. Es la consigna que llega también a los altos cargos del partido. Y, asimismo, a los voceros del sanchismo que utilizan las plataformas a las que tienen acceso para repetir la misma cantinela, que les llega elaborada desde Moncloa. Como un ejército disparan contra Feijóo, casi más en lo personal que en lo político". A ver si Ayuso va a tener que dejarse patear por un chulo para que Feijóo no lo pase mal. Pero bueno, son cosas de Carmen Morodo, que también le tiene pelusa a Ayuso.
Rebeca Argudo opina que "a Bolaños, en realidad, el desfile del Dos de Mayo se la traía al pairo". Hombre, ya, si hubiera sido por él no hubiera ido. Se lo ordenó Sánchez. "De esta manera, haciendo uso de este método, poco honesto pero vistosísimo, ha conseguido Félix Bolaños empañar un poco este día festivo en el que se conmemora el levantamiento de los ciudadanos madrileños contra la ocupación de las tropas francesas. Unos madrileños que hoy se levantaban y ovacionaban a Isabel Díaz Ayuso y a José Luis Martínez-Almeida mientras abucheaban a un Bolaños que le importaba tanto esa banda sonora que escuchaba como no haber sido invitado. Un ‘a mí, plin’ tamaño XXL". Ya veremos si les hace tan plin el 28-M su matonismo.
"Hoy en Madrid el aplausómetro también le daba a ella el cariño de los asistentes y no a ese Bolaños robacanapés del ‘no me invitó, pero yo fui’, de la esquina, el que no me miren y el colarse dentro". Como anillo al dedo, le va la canción de Mecano.
Marhuenda defiende a Ayuso. "En muy poco tiempo y contra cualquier pronóstico, Ayuso se ha convertido en el fenómeno político más importante de las últimas décadas". "Las encuestas muestran que el fenómeno no ha tocado techo y que los votantes podrían recompensar su naturalidad y la firmeza de sus convicciones con una merecida mayoría absoluta. Es la demostración de que todavía hay esperanza para la política y la recuperación de la credibilidad, así como la constatación del fracaso de Unidas Podemos, los independentistas y los filoetarras de Bildu en su estrategia de deslegitimar el sistema político español. Ayuso concentra los ataques de la izquierda política y mediática, porque, como dijo ayer, ‘lo que pase en Madrid, resonará en toda España’". Y porque Sánchez no soporta que alguien le haga frente y le levante la voz. Es lo que les pasa a los tiranos.
Cristina L. Schlichting responde a los que creen que a Ayuso solo se la quiere en Madrid. "Voy a Andalucía y me hablan con envidia de Isabel Díaz Ayuso, pero también en Valencia o Cataluña: ‘Vosotros tenéis a Ayuso...’. La envidia es el termómetro nacional de la admiración". "El acierto de esta chica ha sido encarnar un modelo de gobernanza en las antípodas de Sánchez". "La raíz de su popularidad no es intelectual, es popular. Ha entroncado con el majismo y las manolas, con la convicción de que el pueblo sabe, sin que vengan los señoritos de las luces a enseñarle. Ayuso es una chula moderna porque hacer política es también crear una estampa de la actualidad". Y el que no sepa hacer política, que se lo haga mirar. Ayuso mira de frente y sin miedo al sanchismo. Gracias, Ayuso, por no haber permitido que el gamberro de Bolaños humillara a Madrid.
La Vanguardia
Enric Juliana se mesa los cabellos, se rasga las vestiduras y no se lo cree ni él. "Ayer se produjo en Madrid un enfrentamiento muy calculado sobre la noción de autoridad". Ya te digo. A Bolaños sólo le faltó soltarle a la de protocolo no sabe usted con quién está hablando.
Le llamó la atención a Juliana que Margarita Robles "observase impertérrita cómo se cerraba el paso a un compañero de Gabinete, sin decir nada. En sus manos estaba detener el acto hasta que se aclarase la situación". U ordenar a los militares que fusilaran a Ayuso, oye, ¿por qué no?, en el 2 de Mayo habría quedado genial, la guinda del pastel del circo de Bolaños. Seguro que a Bolaños y a Sánchez les hubiera gustado. Y a Juliana, claro. "Isabel Diaz Ayuso ha dicho la autoridad soy yo ante toda España". No, ha dicho a mí no me tocas las narices, Bolaños, que ya lo hiciste bastante el año pasado. "Algo huele a procés en Madrid", repite el colegui de Pablo Iglesias. A lo mejor no oyó el himno de España, ese que molesta tanto a Lucía Méndez. O tal vez no lo recuerda, no suena en su Cataluña natal, la del procés y el golpe.





