Indignación en el separatismo. A la resolución del Tribunal Supremo contraria a la aplicación de la amnistía en el caso de la malversación, que afecta a Carles Puigdemont y Oriol Junqueras entre otros, se suma ahora la decisión del titular del juzgado de instrucción número 7 de Barcelona, Francesc Miralles, de amnistiar a los 46 agentes de la Policía Nacional que mantenía procesados y a la espera de juicio por las intervenciones policiales durante el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.
Se trata de los agentes que bajo mandato del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) intervinieron urnas y papeletas en los colegios electorales. En algunos de esos operativos, los policías se vieron forzados a abrirse paso utilizando la fuerza. Según la resolución judicial, la actuación policial provocó en algunos casos lesiones que tacha de "no graves". También se refiere a los supuestos delitos contra la integridad moral y de torturas que les atribuían las acusaciones y resuelve que las intervenciones de los agentes "fueron de escasa duración individual, enmarcadas en un objetivo policial definido y no continuaron una vez conseguido el mismo sin que se prolongaran en el tiempo más allá de la propia maniobra policial de entrada y salida de los distintos colegios electorales". El auto insiste además que "ninguna de las acciones de los policías superó el umbral de gravedad para ser excluido de la amnistía".
Las entidades separatistas Òmnium Cultural, ANC e Irídia (colectivo de abogados para la defensa de okupas, activistas de extrema izquierda y separatistas), personadas en la causa, exigieron que no se amnistiara a los agentes porque les considera autores de delitos de lesiones, torturas y contra la integridad moral de las personas, entre otros. En en auto de la instrucción el juez que ahora amnistía a los agentes había señalado que en el 1-O se habían producido actos de "violencia gratuita" por parte de dichos policías.
Comparaciones con la ley del sí es sí
El independentismo está completamente estupefacto ante los primeros efectos de la aplicación de la ley de amnistía. La primera resolución, la del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) amnistiaba al exconsejero de Interior que le puso escolta a Puigdemont en Waterloo y al jefe de los guardaespaldas del prófugo. También se decretaba el borrado penal para separatistas anónimos procesados por delitos violentos, entre ellos a los que atacaron un helicóptero de los Mossos con material pirotécnico.
Pero la decisión del Tribunal Supremo sobre la malversación, la orden de detención contra Puigdemont y ahora la amnistía de los agentes que intervinieron en los colegios electorales en Barcelona ha desconcertado tanto a Junts como a ERC, partido este último sumido además en una guerra sucia entre un sector liderado por Junqueras y otro por Marta Rovira. Comienzan a surgir dudas sobre la calidad técnica de la ley de la amnistía y comparaciones con la ley del sí es sí y sus efectos indeseados.