Lo mejor y lo peor del cine de 2014

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Mejor película de animación: 'La Legopelícula'

La Legopelícula es la santificación definitiva de Chris Miller y Phil Lord, dos directores capaces de incorporar el "product placement" a la historia, meter una buena dosis de metanarrativa y que el resultado encima sea fresco y saludable como el aloe vera. Bien es cierto que, salvo Big Hero 6 y Cómo entrenar a tu dragón 2, no ha sido el mejor año en cine de animación, pero eso no la hace menos... ¿fabulosa?.

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Mejor blockbuster: 'Al filo del mañana'

La película de Doug Liman obtuvo el beneplácito crítico, pero el público le dio un poco la espalda. Y es una pena: al final, se trata del filme de acción y ciencia ficción más divertido, movido y cachondo del año, con un Tom Cruise en plena forma pese a que, probablemente, estemos ante una especie de adiós a sus papeles de estrellaza.

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Gran bodrio del año: 'Transcendence'

Ya lo he escrito en más ocasiones, pero no hay nada peor que creerse guay y no llegar a chachi. Eso es lo que le pasa a este tótum-revolútum dirigido por el DP de Christopher Nolan, Wally Pfister, que desde el principio no hace más que ametrallarnos con temas relevantes e interesantes sin saber qué diablos de película hacer con ellos. Además, todo el reparto está fatal, empezando por Johnny Depp y acabando por Morgan Freeman.

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ELLA

The Amazing Spider-Man 2 es un caos, pero tampoco se cargaba nada del personaje. Y por Dios, está ELLA, ELLA, ELLA, que tal y como diría Ian Malcolm en El Mundo Perdido, es "la Reina, la Diosa, la Inspiración" de todas las cosas. ELLA, además, acabará el año cantando en Broadway y, seguro, con una nominación al Oscar por Birdman, ésa de Iñárritu que -como todas las del mexicano- parece que va a resultar tan plasta como de obligada visión, sellando un año triunfal en el que también se apuntado una de Woody Allen, lo que supongo que según algunos la expía de esos pecados que me gustaría que tuviera en su haber pero de momento no.

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Mejor película española: 'La isla mínima'

Ha habido mucho buen cine español este año, empezando por coproducciones como Enemy, pelis arriesgadas como Magical Girl y cintas de animación como Mortadelo y Filemón. No me olvido de un thriller tan correcto como es El Niño, pero La Isla Mínima a mi me parece simplemente la mejor de todas ellas, y al menos la primera vez que la ves, una película redonda, desde la puesta en escena hasta el guión, pasando por su atmósfera, su misterio y ese irresoluble y frustrante rompecabezas que propone, que no es tanto un crimen como el de ESPAÑA con mayúsculas.

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Brothers and explosions: Marky Mark y Michael Bay

Lo de arriba es una imagen del rodaje de Transformers 4, que no está en la lista (tranquilos) pero, oigan, a lo mejor, por qué no, igual un día de estos, cojo y la meto sin decir nada y le doy a publicar. Casi es la mejor de la saga, y como Michael Bay me parece un psicópata de gran talento visual que debería dirigir hasta arriba de drogas (igual ya lo hace), también una película mejor de lo que se ha dicho. Hace un año, Bay y Wahlberg hicieron juntos la estupenda Dolor y Dinero, y a partir de ahí sellaron una historia de amor entre real pro's que parecía cosa del destino: tanto músculo y sudor y hormonas y explosiones se atraen. Tenían que acabar juntos.

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Porque yo también soy profundo: 'Nebraska'

Ocurre una cosa: dentro de mi cabeza, Nebraska lleva un año echando un pulso con El Lobo de Wall Street por llevarse el título de mejor película de todas las que concurrieron en los últimos Oscar. En mi agenda, la de Payne es la que se lleva el premio, porque su sentimiento de pérdida y su retrato humano del ocaso y la vejez me resulta muy cercana. La competición fue dura y larga, lo confieso. Ah, por cierto, el Oscar de verdad lo ganó 12 años de esclavitud, que es muy buena y tal, pero no la van a encontrar en esta lista.

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El pequeño gran bodrio del año: 'Mi otro yo'

El primer thriller de terror de Isabel Coixet da tanta pena que casi te ríes, pero ni siquiera eso, porque por encima de todo es un rollo triste, como a ella le gustan. El concepto, como siempre, es válido: angustias adolescentes y tragedias familiares camufladas en forma de cuento sobrenatural. La realización, actuaciones, soluciones del guión, y todo lo demás, no. Mala de solemnidad.

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Pratt, Pratt, Pratt

Chris Pratt es el nuevo héroe pícaro americano. Y por eso, el tipo que debería interpretar a Indiana Jones una vez Walt Disney decida que es el momento de presionar el botón "Start" (y si no, al tiempo). 2014 ha sido el año en el que ha saltado a la fama mundial gracias a Guardianes de la Galaxia, y su conquista de nuestros corazones debería continuar en 2015 con Jurassic World.

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Otra lista en la que sale 'Boyhood'

Si están acostumbrados a leer prensa cinematográfica y gurús varios, y hay muchos, se van a cansar de ver Boyhood en otras listas de lo mejor del año. Pero es que es verdad. La película, al final, no tiene tanto de experimento como de experiencia: es un épico y a la vez pequeño relato que recoge las nimiedades de un puñado de vidas ordinarias y las presenta poco a poco como lo que son, algo grande y único.

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El trailer de 'Mad Max: Fury Road'

El mejor anuncio visto este año no es el teaser de Star Wars, ni tampoco el del menú con cocido del restaurante de abajo. Es el de Furia en la Carretera, la nueva entrega de Mad Max del australiano George Miller, cuyo tráiler con masacres y choques "all real" resulta alucinante a niveles estratosféricos. Pinchen arriba y vean.

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Mejor superhéroe: 'Capitán América. El Soldado de Invierno'

Las películas de superhéroes son ya un género en sí mismo que admite todo tipo de variantes. De todas las estrenadas, y a pesar de que Guardianes de la Galaxia ha calado más, El soldado de invierno me parece la mejor del año con diferencia, y de hecho una de las grandes películas de 2014. Los Russo se han presentado al mundo como unos directores de acción increíbles, capaces además de modular la película hacia los thrillers setenteros sin que acabe hecha un aborto mutante.

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Decepción inesperada: 'X-Men. Días del Futuro Pasado'

Seguro que esto no lo esperaban. Yo tampoco. Del regreso de Bryan Singer a la saga que él creó lo queríamos todo. La idea de mezclar las dos franquicias en una trama de viajes en el tiempo basada en un cómic reconocido por todos no podía ser más prometedora. La película empieza bien y está contada con corrección, pero se desinfla horrorosamente según transcurre. Singer la dirige creyéndo que todavía es él quien parte la pana en cine de superhéroes, y el terreno se lo han comido hace tiempo.

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Cine indie: 'El gran hotel Budapest'

Queda muy bien decir que te ha gustado la última de Wes Anderson, y supongo que no he podido resistirme. Es la más movida, cómica y dramática de todas las que ha hecho, casi parece su gran película bélica y de acción de época. Y sí, tiene ese look visual que desde luego no esperarías de un tipo nacido en Texas.

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No le digas a nadie que te gustó 'Bajo la misma estrella'

No soy un gran fan de las adaptaciones de best-sellers juveniles, y además la idea de morir, no me pregunten por qué, me pone sumamente nervioso. Por eso la perspectiva de una película de romances adolescentes con cáncer de por medio y banda sonora de indie en pleno julio me ilusionaba tanto como una limpieza de colon. Bueno, pues me trago mis palabras: la dirigida por Josh Boone me pareció una película fantástica, divertida y conmovedora, y a modo de autohumillación ocupa un lugar destacado en esta lista.

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La escenaza

Todo en Interstellar mola, pero la persecución al dron en los maizales (probablemente la escena más innecesaria de la película, desde algún punto de vista) podría ser para mí, perfectamente, la mejor del año. La música de Hans Zimmer ayuda.

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Mala y no lo sabe: 'Hombres, mujeres y niños'

Otra como Transcendence, aunque esta vez aplicada a algo más cotidiano. El serio análisis de las relaciones humanas e internet de Jason Reitman se basta por sí solo para enterrar la mitad del prestigio ganado con Juno y Up in the Air. El problema de Hombres, Mujeres y niños no es tanto que sea malísima, porque cosas buenas en ella hay, sino que en su análisis confunde la velocidad con el tocino. Y encima ni lo huele.

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Quería quererte pero no puedo: 'Los Mercenarios 3'

Algunos me dirían con razón cómo es que yo, alma cándida, esperaba algo de esto. Pero lo hacía, y es una pared contra la que seguiré chocando toda la vida. El problema aquí no es tanto lo que se dijo, su poca violencia o el tristísimo aspecto de Harrison Ford, sino que además no está especialmente bien dirigida, y que en general no hace gracia cuando quiere. Y a modo de ejemplo, señalar sólo un instante donde todo sí funciona: la frase final de Sly a Mel Gibson, digna de figurar en la portada de los anales del cine de acción ochentero, es el ejemplo de lo que queríamos todo el rato y al final no.