En el PP cunde el desasosiego tras el último Comité Ejecutivo Nacional, escenario que se preveía perfecto para que Francisco Camps diera la cara y explicara su quehacer tras las últimas revelaciones del caso Gürtel. Sin embargo, ni tan siquiera apareció para chasco de los presentes.
Libertad Digital ha podido saber que, pese a lo dicho por él mismo, el líder valenciano había reservado un hueco en su agenda para acudir a la reunión del partido, pero finalmente descartó su asistencia. La chulería con la que se refirió a este plantón, en un momento en el que los nervios están a flor de piel en Génova 13, ha acabado por indignar a algunos de los cerca de cien dirigentes que sí acudieron a la cita.
"Camps va por libre, hace lo que quiere", sentencia un miembro de este órgano nacional. Un testimonio que pone de manifiesto la sensación de falta de autoridad de Mariano Rajoy, algo que se repite con demasiada frecuencia. Sin embargo, para otro dirigente, claramente marianista, "la mayoría confía en la Presidencia".
Pese a este malestar, que ha podido constatar LD, nadie -salvo el incombustible Manuel Fraga- abrió la boca en la reunión del lunes, si bien la reacción de los dirigentes populares tras las explicaciones de su líder fue más fría que nunca. Apenas hubo aplausos.
Camps quiere esperar a las elecciones de 2011
A puerta cerrada, Rajoy pidió huir del "nerviosismo" porque, según dijo, "no hay que tomar decisiones precipitadas". Según fuentes consultadas, abogó por "seguir los acontecimientos" y tomar las decisiones que convengan en cada momento, pero siempre lejos de la precipitación.
Así se lo habría sugerido Francisco Camps en la reunión secreta que ambos protagonizaron el pasado miércoles en Alarcón (Cuenca), a mitad de camino entre Madrid y Valencia. Según desvela ABC, el jefe del Ejecutivo autonómico querría retrasar la adopción de medidas "contundentes" hasta las elecciones autonómicas y locales de 2011.
La intención de Camps es aguantar hasta el momento en que tenga que abordar la elaboración de las listas electorales para tomar medidas de carácter interno. Entonces podría prescindir de los servicios de Ricardo Costa y Vicente Rambla, cuyas dimisiones fueron reclamadas la semana pasada por María Dolores de Cospedal.
El papel de la secretaria general del PP también fue analizado con lupa tanto por sus compañeros como por los medios de comunicación, que coinciden en que se ha visto forzada a rebajar -y mucho- el tono de sus declaraciones. Nueve fueron las preguntas que tuvo que responder Cospedal sobre la presunta trama corrupta y en ningún momento pidió que Camps actuara de forma "contundente".Pizarro y Aguirre apelan a la "transparencia"
Ante tal espectáculo, el diputado del PP Manuel Pizarro ha apelado a los principios de "transparencia y responsabilidad" y ha instado a que este asunto se aclare "con celeridad".
Durante su intervención en el Foro Madrid que organizan los populares madrileños, Pizarro fue preguntado por si cree que la actitud del PP nacional en el caso de Valencia es adecuada y si se deberían hacer reajustes en el partido. A este respecto, el parlamentario respondió: "Con carácter general no hablo del PP de Madrid, del que formo parte. Me cuidaré de dar recetas a los demás".
"Me remito a lo que ha dicho Pizarro: responsabilidad y transparencia", demandó la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, también presente en el acto.