El acto convocado por el PP ayer en Madrid para mostrar su rechazo a la amnistía que negocia Pedro Sánchez con los golpistas catalanes contó con una asistencia masiva de ciudadanos, que la organización cifró en más de 60.000 personas.
El mitin estuvo protagonizado por Alberto Núñez Feijóo, que este próximo martes ha de defender en el Congreso de los Diputados su investidura como presidente del Gobierno, un intento que, aunque pueda nacer fracasado, es un imperativo político y moral para cumplir el mandato del Rey como candidato del partido que ganó las pasadas elecciones generales y defender desde la tribuna a la inmensa mayoría de españoles que no quiere ver a la Nación pisoteada por sus enemigos.
Feijóo estuvo arropado por Aznar, Rajoy, Martínez-Almeida y Díaz Ayuso, que enhebraron potentes discursos para poner de manifiesto la vileza de un presidente socialista dispuesto a todo para mantener el poder. José María Aznar arremetió duramente contra el PSOE advirtiéndole de que el PP "está dispuesto a movilizar todos los esfuerzos" y poner "todos los medios legítimos y democráticos para evitar esa infamia", en referencia a la amnistía para los implicados en la intentona golpista del separatismo catalán. Rajoy, por su parte, recordó que "la amnistía es una enmienda a la totalidad de nuestra Constitución y democracia", lo que resulta "moralmente inaceptable". El expresidente recordó que eso mismo "es lo que los dirigentes del PSOE decían hace un par de meses. ¿Y por qué no lo dicen ahora? La única diferencia son los votos de Puigdemont que Sánchez necesita para ser investido", concluyó respondiéndose a sí mismo.
"De ninguna manera", repitió Díaz Ayuso en su discurso, repetidamente ovacionado por la multitud, para mostrar de manera clara la oposición de los españoles a la amnistía negociada por Sánchez con las fuerzas separatistas. La presidenta madrileña defendió la oportunidad de la convocatoria del acto "por la dignidad de todos y contra la amnistía que pretende Pedro Sánchez para beneficiar a aquellos que dieron un golpe de estado en Cataluña en 2017 contra España, la convivencia y el Estado de Derecho", entre grandes aplausos de los asistentes, que interrumpieron sus palabras en innumerables ocasiones.
Núñez Feijóo cerró el turno de intervenciones reafirmando los mensajes anteriores y resumiendo su postura de manera ejemplar afirmando que "defenderé la igualdad de los españoles aunque me cueste la presidencia del Gobierno", una declaración de intenciones que contrasta fuertemente con la postura de Sánchez, dispuesto a sacrificar la igualdad de los ciudadanos y la dignidad de la Nación para seguir en La Moncloa.
Con la fuerza de ese mensaje y la masiva respuesta ciudadana al acto celebrado ayer en Madrid, Núñez Feijóo dio un paso de gigante para convertirse en el líder de la España que no se resigna a dejarse pisotear por un presidente felón y sus aliados golpistas, cuyo acuerdo para una nueva legislatura pondría fin, sin duda alguna, al régimen constitucional de 1978.