
Condiciones básicas para la derrota de Al-Qaeda: ni retirada de tropas ni "papeles para todos"
Es posible derrotar a Al-Qaeda en un plazo de cinco años. La prospección pertenece a Rohan Gunaratna, estudioso del comportamiento de la hidra terrorista, y se expone en el curso de una conversación publicada este domingo por El Semanal de ABC. Un destello al final del túnel, aunque sea un destello de la razón y la voluntad, no de la experiencia. El autor de Inside Al Qaeda (publicado en España con el título Al Qaeda: viaje al interior del terrorismo islamista ) establece tres condiciones indispensables de la estrategia de las democracias occidentales contra su bárbaro enemigo.
La primera consiste en lograr una profunda infiltración en las organizaciones de la galaxia Al-Qaeda. Sólo la Inteligencia francesa se aproxima actualmente a ese objetivo, sostiene Gunaratna. Interesante revelación, que deriva inmediatamente en, al menos, dos preguntas acuciantes: ¿qué información manejaron los servicios franceses antes y después de la masacre del 11-M? ¿Cómo la administraron?
La segunda condición de la estrategia antiterrorista es mantener las tropas en Irak. Gunaratna, asesor de la ONU y opositor a la guerra, cree que sería un error, aún más grave que ésta, abandonar a los iraquíes a su suerte el próximo 30 de junio. El país se convertirá en un nuevo Afganistán para Al-Qaeda, que no dudará en establecer allí sus bases bajo la protección de un régimen que, derrocado el despotismo baaísta, contraerá el despotismo integrista islámico como reemplazo. La coalición debe acabar su trabajo unida y transformar Irak en un Estado democrático. Es una cuestión de seguridad para el mundo libre. Tome nota de esta sensata recomendación el próximo presidente del Gobierno de España.
La tercera condición de la derrota del terrorismo resulta particularmente relevante, por tratarse de una receta a contracorriente de las políticas progresistas sobre inmigración. Gunaratna recomienda suprimir la tolerancia de los Estados democráticos con las células terroristas de apoyo, financieras y logísticas. Están integradas por inmigrantes aparentemente asimilados a la cultura occidental, ciudadanos de aspecto pacífico, buenos profesionales en sus respectivos oficios, respetuosos con los usos, costumbres y tradiciones de la sociedad que los acoge. Se camuflan en oenegés, mezquitas, empresas formales. A menudo, reciben subvenciones por su actividad económica o altruista. Su verdadera actividad consiste en proveer de recursos financieros y logísticos a los ejecutores de los atentados. Es clave, para este experto, clausurar la tolerancia política hacia este entorno terrorista plenamente infiltrado en nuestras sociedades. Otra prueba difícil para quienes, no hace tanto, pedían una política de “papeles para todos” y aún defienden que la nuestra debe ser una sociedad “multicultural”.
Otros blogs
- El blog de Regina Otaola
- Presente y pasado
- Más allá de la Taifa
- Made in USA
- Lucrecio
- LD Lidia
- La sátira
- Iberian Notes
- Blogoscopio
- Conectados
- Confesiones de un cinépata
- Crónicas murcianas
- Democracia en América
- Diego Sánchez de la Cruz
- Los enigmas del 11M
- El penúltimo raulista vivo
- Almanaque de la Historia de España
- Atlética Legión
- Blog Appétit!
- Seriemente
- Cara B
- In Memoriam
- Adiós, ladrillo, adiós
- Procesos de aprendizaje
- LD Libros
- Tirando a Fallar
- ¡Arráncalo, por Dios!
- Alaska & Mario
- El blog de Federico
- Artículos de viaje