Del mismo modo que los antiglobalización intentan cambiarse el nombre por el de "altermundialistas", que se vende mejor y no está tan asociado como el primero con el vandalismo, los ecologistas decidieron durante las inundaciones de 2002 en Centroeuropa que no existía calentamiento global sino "cambio climático". La razón es clara: a un término sin significado se le puede asignar cualquiera.

Por eso Narbona se cree que se puede echar la culpa de la ola de frío al cambio climático provocado por el hombre y que nadie le lleve la contraria. Es una pena que incluso los mismos informes en los que se basa el protocolo de Kioto lo hagan. Quizá Narbona no los haya leído; hay que comprender que la literatura que no habla de especies invasoras no esté entre los libros de cabecera de la señora ministra. Resulta muy aburrida.