Menú

¿En qué quedamos?

En pocas ocasiones se había reunido tanto oportunismo en un mismo Gobierno y con tan pocas horas de diferencia. Hace dos días Maragall decidió no sumarse a la celebración del aniversario constitucional después de haberlo convenido con su socio, el separatista Carod. Hoy, para pasmo de la audiencia, el ministro de Defensa y compañero de partido de Maragall, ha soltado una arenga de nacionalismo inflamado en la Academia de Infantería de Toledo. Durante ambos eventos Zapatero se ha limitado a sonreir que, a lo que parece, es lo único que sabe hacer.

Si para el presidente del Gobierno el término nación es propio de fundamentalistas hoy hemos descubierto que en el Consejo de ministros se sienta uno de ellos. Si para el titular de Defensa en España "no cabe más que lo que cabe en la Constitución" hemos de reconocer que ni Maragall, que quiere dinamitar a la segunda, ni Carod, que quiere hacer lo propio con la primera, tienen cabida en esta nuestra Nación.

Herramientas

0
comentarios