El instructor del sumario por la masacre terrorista del 11 de marzo puede y debe llegar hasta el total esclarecimiento de la abominable filtración a El País de parte de las diligencias secretas practicadas. El hecho, calificado por el poder de los Jueces como “gravísimo”, afecta a las garantías del Estado de Derecho, ensancha el sumidero abisal por el que se precipitan los datos del mayor atentado sufrido jamás en España, y ratifica a los medios del grupo Prisa en su papel de fuerza de choque del PSOE. Identificar a los responsables de la filtración será una tarea relativamente sencilla, siempre que haya voluntad para esclarecer esta nueva infamia político-mediática que beneficia directamente al PSOE, al señalar al PP como responsable de manipular la información policial sobre los atentados, y alivia a El País de su negligente impotencia frente a las importantísimas revelaciones de El Mundo. De nuevo, la pregunta clásica: “¿Qui prodest?”. La comisión de investigación es más oportuna y necesaria que nunca, y debe iniciar su trabajo cuanto antes. Si hay conclusiones antes del 13 de junio, mejor que mejor. “Antes de votar, queremos saber” , dijeron los espontáneos pancarteros que zarandearon la reflexión electoral. “Después de votar y antes de volver a hacerlo, hay que saber”, cabe replicar ahora.