El director general de Medio Natural de Castilla-La Mancha, José Ignacio Nicolás, está tranquilo. El protocolo que prevé el Plan de Emergencias de la región funcionó durante el incendio de Guadalajara de forma correcta, según ha explicado en la comisión de investigación. Lo suyo es la tranquilidad, porque, siendo Nicolás el responsable más directo, no se enteró de lo que estaba pasando hasta el día siguiente. Y sus fuentes de información no fueron los servicios regionales, sino la prensa. Una de dos, o el Plan de Emergencias consiste en esperar hasta tomarse el café con los periódicos del día siguiente, o no funcionó tan bien como pretende José Ignacio Nicolás.

Con todo, Nicolás se ha prestado a comparecer ante la comisión, aunque sea para caer en la vergüenza de decir que el plan se cumplió correctamente y que él no se enteró del fuego "hasta la mañana del día siguiente" y no se puso manos a la obra hasta el medio día. Peor es lo del presidente de la comunidad, José María Barreda, que se ha negado a asistir. Quizás considere que, como el día que se inició el incendio el único fuego que vió fue el de la barbacoa a la que asistió con unos amigos, no tenía nada que decir. Tampoco comparecerá la dimisionaria consejera de Medio Ambiente, Rosario Arévalo. Y el número tres de Medio Ambiente en el desgobierno regional, David Huertas, lo ha hecho para negarse a responder a la mayoría de las preguntas. Los responsables de la comunidad de Castilla-La Mancha se están desentendiendo del incendio que acabó con la vida de 11 personas, como lo han estado haciendo desde el primer momento.