La lectura de la carta de Aznar por parte de Rajoy demuestra dos cosas: que Aznar está sumido en una absurda esquizofrenia consistente en callar en España y hablar en el extranjero (a medios de PRISA, eso sí) y que Rajoy no sabe atacar al PSOE. Entre la comisión y la afición de ministros y secretarios de estado socialistas por la aviación, el PP tenía material suficiente para acallar el asunto de la medalla. Pero no, lo que hacen es quejarse a mamá de que les pegan.

El PSOE sólo dejará de atacar al PP cuando no pueda hacer otra cosa que defenderse de los golpes o cuando la derecha esté completamente destrozada, como en tiempos de Fraga. Y puede que ni aún así, como sabemos por la experiencia. ¿Es que Rajoy va a terminar siendo el único que en la derecha se ha creído la sonrisa de ZP? El socialismo es, por encima de todo, una máquina propagandística. El PP debe convertirse, además, en máquina propagandística si quiere volver alguna vez al gobierno.