Verdaderas piruetas en el alambre está haciendo el Partido Socialista para mantener contentos a sus republicanos y revoltosos socios. Después del numerito que montaron a dúo Blanco y Rubalcaba a cuento de los que habían votado que no en ciertos barrios madrileños, el presidente de la Generalidad salió ayer diciendo que entiende a la perfección y, es más, está de acuerdo con el no que pidió el partido de Carod Rovira en la campaña del referéndum.

¿Hay quién lo entienda? Con sinceridad, no. O quizá sí, siempre y cuando nos preguntemos qué es en lo que cree Maragall y a qué directrices obedece. Por más que trate de camuflarlo detrás de vaguedades como "hay más deseo de Europa, menos OTAN, menos ejército, menos peso de los estados y más de los pueblos", Maragall se delata a sí mismo cada vez que abre la boca.