Se veía venir. Ayer mismo identificaron, insistimos, identificaron no detuvieron como podría llegar a pensarse, a seis cachorros de ETA, uno de ellos en la zona de Levante, al acecho supuestamente de dar un nuevo zarpazo mortal a las pacíficas vacaciones de muchos ciudadanos.

Hoy, la amenaza se ha hecho real en dos bellas localidades turísticas de Cantabria y Asturias. Por fortuna, no ha habido que lamentar víctima, pero no parece que fuese esa la intención de los asesinos. La bomba que ha estallado en San Vicente de la Barquera lo ha hecho en un parque donde los sábados suelen organizarse mercadillos. Y hoy es sábado. La de Ribadesella no podía ser más inoportuna, el pueblo costero celebraba en la jornada de hoy su célebre Descenso Internacional del Sella, evento deportivo al que acuden miles de turistas.

¿Es una casualidad que a las amenazas de Ibarreche de esta semana le sucedan las bombas? Nos gustaría creer que si aunque, para recoger nueces, primero hay que agitar bien el árbol.