Nunca sabremos dónde llegará este Real Madrid. Es osado planificar una temporada, darle una forma el 21 de agosto, dar por sentadas cosas que, quizá no sucedan… o si. Pero todo hace indicar que este equipo armado a base de talento es el gran favorito para hacerse con los títulos. Así debe ser como poseedor del último de Liga y los dos últimos de Champions.
El Real Madrid es el rey al que hay que quitar del trono, es el dueño de todo hasta que el fútbol dicte lo contrario. Es un abuso de plantilla como, quizá, no tuvo el conjunto blanco en los últimos quince años. Todos los puestos están duplicados, todos los jugadores saben a qué atenerse, todos están implicados. Hasta el último de la plantilla porque sabe que, si la cosa no va muy mal, jugará más de mil minutos. Una barbaridad.
En Riazor, como en la Supercopa de España ante el Barcelona y la de Europa ante el United, se vio un Madrid seguro. Muy ávido al principio, tranquilo en fases, voraz cuando hay que serlo. Dominador del encuentro a sus anchas. Al Deportivo le despachó en la primera parte y le dejó hacer un poco en la segunda, pero cuando pudo le machacó. Nunca peligra el partido últimamente. Si el Madrid quiere hacer sangre, la hace.
Se vieron cosas interesantes que confirman la polivalencia de la plantilla. Se vio a un Isco que conduce por el campo a su antojo todos o casi todos los ataques blancos. Se vio a un Casemiro colosal, a un Kroos y a un Modric pacientes, dominadores. A un Benzema frío, calculador pero efectivo. Se vio a un buen Bale, a un excelente Nacho.
Me paro en el canterano. Sublime en todas las acciones, saliendo a cortar un avance en el lateral derecho propio, si Carvajal había subido demasiado. Excelso en todas las jugadas, seguro, en su sitio, sin protestar ni una sola vez. Este jugador (qué gran noticia para la selección) es para años y lo disfrutarán los blancos semana a semana y los españoles cada vez que se ponga la elástica roja.
Por poner peros. La excesiva huida al ataque de Carvajal, ganado varias veces por Bakhali y luego por Cartabia. La sobreexcitación de Ramos, muy inquieto en un partido cómodo. Cosas a pulir. Si todo estuviera engrasado no habría emoción en esta Liga.
El Madrid empieza el campeonato como acabó todo hace dos meses. La historia sigue su curso desde mediados de 2016. Un equipo muy conjuntado. Ayer salió Llorente, primeros minutos en todo el curso, y volvió a jugar el equipo sin Cristiano, sancionado y que sólo ha aparecido 35 minutos este verano. Pero el Madrid de Zidane ha ganado todo. Ya se le puede hacer alguna distinción, digo yo, al francés. Que bien, que a lo mejor no es el táctico número uno del mundo. Pero digo yo que algo más que un gestor de vestuario es. Digo yo eh… tampoco quiero aparecer el primer día del curso como el listillo que pontifica y que quiere saberlo todo. Ustedes disculpen.