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EDITORIAL

La injusta, suicida y estúpida negativa del PP a pactar con Vox

Mañueco puede optar por buscar acuerdos con Vox o dejarse llevar definitivamente por la insensatez y apostar por una repetición electoral.

Frente a un Alfonso Fernández Mañueco que, a rebufo del inane Pablo Casado, no ha hecho más que tratar a Vox como un partido de apestados, hasta el punto de afirmar que preferiría repetir las elecciones antes que tener que pactar con ellos, Isabel Díaz Ayuso lo tiene claro: "Si tuviera que pactar, aunque no lo necesitara, siempre pactaría antes con el partido de Ortega Lara que con aquellos que pactan con los que le secuestraron".

Y es que, frente a la legión de dirigentes del PP que considera que la forma de aglutinar bajo unas únicas siglas al electorado ubicado a la derecha del PSOE es distanciarse acomplejadamente del discurso de Vox e interiorizar y asumir los clichés que la izquierda asesta al partido de Santiago Abascal, al que calumnian como "fascista" o de "extrema derecha", Ayuso trata a los votantes de Vox con gran respeto y deja claro que su opción no es alejarse de los principios liberal-conservadores que pueden compartir PP y Vox, sino defenderlos con firmeza.

Así, no es de extrañar que, con esta estrategia de tratar a Vox como un socio natural, Ayuso lograra que 300.000 votantes de Abascal en las generales se decantaran por su papeleta en las autonómicas madrileñas.

Aunque Ayuso haya insistido este martes en la necesidad de entendimiento entre las formaciones ubicadas a la derecha del PSOE ("Ojalá que, aunque no lo necesitáramos, nos entendamos todos los partidos que no vamos a pasar por el aro de la amoralidad del proyecto de Pedro Sánchez"), es harto dudoso que la llamada de auxilio de última hora a la presidenta madrileña vaya a frenar la fuga de votantes del PP a Vox que se detecta en las encuestas. El sondeo publicado por OK Diario da al PP de Mañueco una pérdida de tres puntos en sólo una semana (pasando del 38,4 al 35,2%), mientras que la candidatura de Vox, liderada por Juan García-Gallardo, estaría ya en el 14,7%, dos puntos más que en el sondeo anterior.

Con este panorama, la única forma que tendría Mañueco de retener la presidencia de Castilla y León sería llegando a un acuerdo con Vox, tal y como dictan la sensatez y el sentido común y desea la inmensa mayoría del electorado de ambas formaciones. Pero igual le da por dejarse llevar definitivamente por los complejos y la insensatez y opta por convocar unas nuevas elecciones...

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