Tan solo tenía 46 años y morirse a esa edad es una faena muy grande. Carla Duval nos ha dejado sin hacer mucho ruido y luchando hasta el último momento.
Me comenta Enrique Cornejo, productor de la obra Brujas, en la que ella era una de las protagonistas, que ocultaba sus dolores y negaba que no se sentía bien. Bajo ningún concepto quería dejar de trabajar. "Es el año más feliz de mi vida desde el punto de vista profesional", confesó.
Después de mucho tiempo de lucha, Carla consiguió su objetivo: convertirse en actriz y que se le reconociera, más allá de ser la hermana de Norma.
Muy unidas siempre, la ex vedette ha estado con su hermana desde el primer momento en que se le manifestó la enfermedad. Cuando le dijeron que en Alemania había un médico especializado en ese tipo de cáncer, Norma alquiló un avión privado y se la llevó para que la trataran, sin reparar en gastos.
Ha estado con ella hasta el último momento, al igual que Mamen Díaz, la novia de Enrique Cornejo, que por este triste motivo se ha visto obligado a cancelar su viaje a Valladolid para acudir al estreno de Don Juan Tenorio. "No puedo dejar a Norma en éstos momentos".
Sus compañeras de la obra de teatro con las que compartía cartel como Juncal Rivero, Lara Dibildos, Arantxa del Sol y Cristina Goyanes, han estado muy pendientes apoyándola y dándole ánimos de manera permanente.
En los últimos días no quería que nadie le viera, tan solo los más íntimos, ya que había perdido el pelo a consecuencia de la quimioterapia. No paraba de decir que se iba a curar, que iba a salir de esto, que en noviembre se incorporaría a la obra y que quería estar recuperada para el estreno en Valencia ese mismo mes.
Carla deja un hijo de 21 años y las gemelas de 11, fruto de su matrimonio con Santiago Paredes, del que se divorció hace un año y medio.
Nunca quiso airear su cáncer y se ha ido de forma discreta, como era ella.