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Piedad

Por no fomentar un escándalo, ni habíamos comentado aquí tu despido de la COPE. De hecho, todos nuestros compañeros y amigos lo saben desde hace semanas y tampoco han dicho nada. Hasta que ha trascendido a través de un portal de noticias donde hay un colaborador que siempre utiliza la misma estrategia para conseguir declaraciones.

La maniobra consiste en llamar a una de las partes comentándole que una persona cercana ya le ha contado todo lo relacionado con un determinado tema y que ahora se requiere su opinión al respecto. Fue así como Cristina entendió que el colaborador estaba al tanto del asunto y se explayó; fue así como todo el mundo se enteró de que ya no trabajabas en la COPE.

Considero que has obrado bien dándole la importancia que tiene y nada más, procurando no entrar en una polémica jugosa para los medios de comunicación pero innecesaria desde el punto de vista de las reglas del juego laboral. Y sobre todo, injusta con los compañeros que dejas atrás. Ambas partes habéis estado a la altura.

La COPE podía haberse escudado en otros despidos recientes motivados por una reestructuración de plantilla para camuflar tu cese fulminante y no lo ha hecho. Y tú podías haber pedido que la foto de la discordia se retirara de la exposición para salvar tu puesto de trabajo y no lo hiciste. Todo está en su sitio.

Por no fomentar un escándalo no habíamos publicado aquí la fotografía que causaba tal escándalo entre un sector concreto de oyentes de la COPE. Dentro de ese sector concreto otro más concreto y minoritario todavía comenzó a llamar cada día a la galería donde iba a tener lugar la exposición para amenazar a sus dueños con represalias si inauguraban la muestra en cuestión. Y como nadie quería polémicas innecesarias, todos los implicados callamos. Eso sí, las fotografías se han ido publicando en los medios de comunicación sin producir ninguna reacción, más allá de las comentadas.

Por no fomentar un escándalo, los dueños de la galería pensaban cerrar temprano el viernes, el día después de que la exposición fuera inaugurada, para no enfrentarse a la concentración autorizada convocada a la entrada del local. Pero unas horas antes de la manifestación la galería fue atacada con dos artefactos caseros que no llegaron a estallar. Hasta ese momento la concentración autorizada nos recordaba a otros episodios que tú no has vivido por edad, como cuando Camilo Sesto tenía que atravesar cada tarde una fila de mujeres que rezaban el rosario a la puerta del teatro donde interpretaba Jesucristo Superstar. Anécdotas de hace casi cuarenta años. O eso creíamos.

Una de las manifestantes declaró que no condenaba ni aplaudía este acto de pequeña-kaleborroka-fundamentalista-religiosa (mis palabras), pero que tuviéramos en cuenta que “el que juega con fuego recibe fuego”. Yo quiero pensar que la muchacha no tenía mala intención, que se equivocó y que en realidad quiso decir que “el que juega con fuego se acaba quemando”, que es muy distinto a lo que realmente dijo, una sentencia inquisitorial de justicia divina y venganza algo más peligrosa en contenido y resultados.

Dejando a un lado las intenciones de Bruce Labruce como artista o de cada uno de los modelos que han posado para sus obras, extendámonos en por qué quisimos formar parte de este trabajo. Para empezar, la obra difícil de digerir del director de cine y ahora fotógrafo nos gusta y nos encanta formar parte de un proyecto fotográfico que es a su vez el preludio de otro cinematográfico. Cuando Bruce nos propuso recrear una de las imágenes más icónicas de la cristiandad, la Piedad, estuvimos fascinados porque es una de nuestras imágenes favoritas. De hecho, esta es mi sexta Piedad, y la primera para ti, que adoras las obras en las que están recogidas mis experiencias anteriores.

Las fotografías del premio nacional Pablo Pérez Mínguez que se tomaban para luego realizar los cuadros de los pintores Costus son el punto de partida. Luego Costus me pintaron tres veces como Piedad. Y todavía la interpreté una vez más en el video de Fangoria “Electricistas”. Sin ninguna polémica en todas las ocasiones. En esta Piedad de Bruce soy una virgen-monja que intenta dar aliento de vida al Cristo muerto (o sea, a ti), esa tensión entre Eros y Tánatos tantas veces representada en la historia del arte, como bien conocen los entendidos. Y punto. ¿Dónde está la ofensa, dónde la blasfemia? Tú y yo somos creyentes y abordamos la labor con devoción. Eso sí, con devoción POP. Es nuestra cultura y nuestra religión, y aún así no nos ofende lo más mínimo la visión de un artista que tiene un punto de vista muy distinto al nuestro.

En fin, querido marido, que al menos sirva esta situación tan desagradable para que te deje aquí estas preciosas imágenes de mis Piedades. Y el link para que vuelvas a verme como Piedad en el video de “FANGORIA – electricistas”.

Y también te dejo otra fotografía de la exposición, un retrato como santa nimbada que es la que los organizadores de la manifestación utilizaron en su convocatoria al grito de “¡CONTRA LA BLASFEMIA!”… ¡¡Uuuy!! ¡¡VADE RETRO!!

Vamos a usar este espacio para comunicarnos, dejarnos recados, enseñarnos las fotos y noticias que descubrimos... para contarnos todas esas cosas que no nos da tiempo a comentar en el día a día. Esto es, en definitiva, un blog cerrado al que sólo tenemos acceso nosotros dos, una extensión de nuestra vida

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