Menú

Vídeos calientes

Señores,

Ahora que ya tengo su atención, paso a ofrecerles el siguiente relato acorde con estas entrañables fechas. Para que no se sientan engañados con el título del post, al final del mismo les ofrezco el enlace a los vídeos prometidos.

Cuento de Navidad
Basado en el relato homónimo de Charles Dickens

Víspera de Navidad. Los cielos encapotados desparramaban sucesivas colchas de nieve sobre los puentes y los tejados, como manadas de bisontes empujadas por el viento. Colmena humana en plena ebullición: piaras de escolares ruidosos como ocas enloquecidas, mujeres con boca de sapo embutidas bajo capas de abrigos lanudos, conductores de autobús cargados de paquetes, tías solteras de vientre yermo con un tren de juguete bajo el brazo para el sobrino baboso, apóstatas irreverentes, socialistas que viajan en primera clase, herederos descarriados de Franco de ojos saltones, matronas beatas y empecinadas, inmigrandes clandestinos y gafapastas altivos: todos en febril desfile de consumo, haciendo acopio de paquetes polícromos, mirando embelesados la fachada de Cortilandia, saqueando la sección de turrones del supermercado y escuchando el soniquete de la lotería. Todo el mundo, menos Sgroogle. Sgroogle era un administrador de sistemas siempre atareado, siempre malhumorado, siempre preocupado:

- Se ha caído el servidor, déjenme en paz, voy a levantarlo- decía con aires de suficiencia haciendo volar los dedos sobre el teclado.

Sgroogle no desviaba jamás la mirada de los monitores que lo rodeaban, creando una barrera infranqueable a su alrededor, como un parapeto digital que dificultaba que la gente pudiera acercarse a él. Por más que le hablaran, Sgroogle no miraba a la cara de sus interlocutores, sólo aporreaba el teclado y gruñía débilmente como respuesta. Jamás contestaba al teléfono, sus escasas comunicaciones con el mundo exterior consistían en secas réplicas por correo electrónico llenas de abreviaturas y anglicismos. Sgroogle gobernaba, desde su burbuja informática, las tripas de un enorme portal web llamado Perra, que contaba con centenares de miles de usuarios a los que tenía a raya con una tiranía absoluta, evitando en todo momento que malgastaran sus recursos de forma injustificada. A través de sus monitores, Sgroogle era capaz de controlar hasta la última acción del portal, hasta el último visionado de página de cada uno de los usuarios, hasta el último correo enviado y recibido. Sgroogle detestaba a los usuarios. Para él eran pequeños estorbos que circulaban fugazmente por el complejo cableado de la granja de servidores que controlaba. Para él eran ruidosos y molestos gremlims a los que no tenía más remedio que tolerar. Si había algo que Sgroogle detestaba con especial furia era la navidad: en esa época, se veía en la obligación de tunear un servicio de postales digitales para que la gente se pudiera enviar christmas con villancicos en formato midi y el número de compras online y el volumen de correos electrónicos se multiplicaba por mil. Los servidores se ponían colorados de trabajo, y Sgroogle maldecía y vociferaba tras su colección de monitores y teclados, porque a Sgroogle le ponía terriblemente nervioso que se usaran los recursos de sus máquinas en cosas banales.

- ODIO la Navidad, la ODIO- chirriaba.

La víspera de navidad, bien entrada la madrugada, Sgroogle sintió cómo flaqueaban sus fuerzas ante el teclado. Había estado limpiando de ficheros atrasados tres servidores que tenían nombres de personajes del Señor de los Anillos. Saruman, en concreto, le había dado muchos problemas porque era uno de esos repositorios de datos que los usuarios se empeñaban en enfangar con power points inútiles y animaciones absurdas. Alrededor de las dos de la madrugada, su messenger indicó que se había conectado alguien desconocido.
- Hola- dijo escuetamente su contacto.
- Slds- contestó Sgroogle-. Kn ers?.
- Soy el Espíritu de las Navidades Pasadas.
Sgroogle no daba crédito, por supuesto. Creía, en su paranoia, que se trataba de un usuario del portal, que había localizado su messenger para protestar por alguna nimiedad. Pero no, el Espíritu de las Navidades Pasadas se materializó a su lado adoptando la forma de una niña muy pálida de cabello rizado y ojos zarcos. La niña cogió a Sgroogle de la mano -su pequeña manita se perdió entre las inmensas zarpas de Sgroogle como una conchita en la marea- y lo llevó volando.
Sgroogle se vio entonces a si mismo de niño, rodeado de casettes, descubriendo el Spectrum. Rememoró el ruido chirriante del programa cargándose, los cables enmarañados conectados al televisor, el tacto gomoso de las teclas, se vió a si mismo sentado en el suelo de su habitación peleándose con un pimball rudimentario que quería programar, se vió sudando en patucos y pijama aporreando el tecladito del Spectrum y llorando de rabia porque se iba la luz y dejaba el programa a medio teclear. Y vió cómo los demás niños, enfundados en bufandas y gorros de lana, hacían muñecos de nieve y jugaban a deslizarse por la ladera de una montaña cercana sobre la nieve recién caída, subidos a cajas de frutas, mientras él los maldecía y seguía intentando programar en Basic.
- Pobres perdedores- dijo con desdén-. Nunca llegaron a nada.
- Oh, Scroogle, han conseguido más de lo que imaginas- repuso la niña-. Ahora todos tienen una familia que los quiere.
- Paparruchas- contestó Scroogle-. Qué bobada, no saben ni qué es el open source.
Con la promesa de que a la siguiente noche recibiría otra visita, la niña devolvió a Sgroogle a su burbuja informática, y se esfumó en una voluta de humo pálido.

- Paparruchas - dijo Sgroogle-.

Pero la noche siguiente, fiel a su cita, se materializó a través de la ranura del CD del ordenador el Espíritu de Las Navidades Presentes. Era un gafapasta de unos veinticinco años, con exagerado flequillo, carnet socialista, mocasines de Armani y bufanda blanca de Hugo Boss. Se quitó los cascos del iPod brevemente para presentarse, y luego arrastró tras de si al pobre Sgroogle fluctuando sobre la ventisca. Lo llevó a visitar las casas de los usuarios del portal Perra, le mostró la alegría con la que recibían las postales con fondo musical y los regalos comprados a través de la tienda virtual, observó cómo se descargaban ansiosos sus emails de felicitación y cómo elaboraban con entusiasmo las recetas de la sección de cocina.
- ¿Por qué son tan felices?- preguntó Sgroogle-. ¡No saben nada de informática, no tienen forma de progresar!.
- Lo que importa en el fondo en esta vida son los valores humanos, Sgroogle. Son felices porque se quieren.
- ¡¡Pero están empleando ancho de banda de forma inútil, para bajarse cosas absurdas, como power points y vídeos de perros saltando sobre la nieve!! ¡¡¡Y USAN WINDOWS!!!. ¡¡¡¿Cómo van a ser felices USANDO WINDOWS?!!!
- Es que, Sgroogle, lo verdaderamente importante no es el formato en que se envíe el mensaje, lo bello de veras es que se transmita el calor de la navidad a todos los hogares.
- Paparruchas - replicó Sgroogle despertándose sobresaltado sobre su teclado-.

A la noche siguiente, Scroogle notó unos golpecitos en la pantalla de su iPhone, y supo de inmediato de quién se trataba. El Espíritu de las Navidades Futuras emergió por el auricular del teléfono. Era altísimo, llevaba una áspera capa oscura, y su rostro se ocultaba bajo una negra capucha. No dijo ni una sola palabra, y tomando a Scroogle de la mano con una zarpa huesuda, se trasladaron levitando a casa del informático. Allí, Scroogle se vió a si mismo sin afeitar, vestido con una bata raída, comiendo una lata de fabada, con la mirada fija en un monitor monocromo.
- ¿Por qué estoy así?- preguntó Scroogle horrorizado.
- Los usuarios te han abandonado- contestó el Espíritu de las Navidades Futuras con voz cavernosa.
Scroogle observó de cerca el monitor, y comprobó horrorizado que estaba haciendo una página web... ¡con Frontpage!. Y lo que es peor... ¡¡¡con música de fondo!!!.
- Pero... no... no puede ser... pero... yo...
Scroogle se observó horrorizado morir solo ante una pagina con Los Mejores Enlaces y Los Mejores Gifs Animados diseñada con Comic Sans y con dibujos hechos con Paint. La imagen lo hizo despertarse vociferando enloquecido. Sus gritos agudos se perdieron rebotando en la penumbra parpadeante del centro de datos.

A la mañana siguiente, Scroogle era un hombre nuevo. Inundado por un amor sin límites al ser humano, envió un email masivo a todos los usuarios anunciando que a partir de entonces, todo el mundo dispondría de almacenamiento de correo y de web ilimitados, y que todos podrían publicar su página personal conectándose sin restricción alguna de seguridad a los servidores. También diseñó un programita para que todos pudieran subir vídeos sin prestar atención a su tamaño, y publicó su teléfono personal en la portada del portal Perra para resolver cualquier duda informática a los usuarios a cualquier hora del día o de la noche. Subió la velocidad de conexión de todas las ADSLs al máximo posible, marcando el precio mensual a cero, y puso un formulario para que la gente pudiera mandar SMSs a todos sus conocidos completamente gratis. Como un usuario comentó que los banners le distraían un poco, los quitó todos. Los foros, que hasta la fecha había moderado con mano férrea, se abrieron a que cualquiera, sin registrar, pudiera publicar lo que quisiera, y también puso a disposición de la comunidad espacio en disco infinito para que todos pudieran subir los ficheros más voluminosos. Las máquinas de Perra se llenaron de lucecitas, primero verdes, luego naranjas, y finalmente rojas. El teléfono de Scroogle empezó a sonar. ¿Puede ayudarme a configurar el rúter? ¡Claro!. ¿Puede decirme por qué se me pone la pantalla azul? ¡Claro!. ¿Puedo enviarle mi monitor para ver por qué tiene un puntito negro? ¡Claro!. ¡Me da igual que sea gratis, lo quiero todo, lo quiero AHORA!. ¿Puede instalarme el antivirus pero con un crack, que no me apetece pagar?. ¡Claro!. ¿Por qué va todo tan lento? ¿Por que no me puedo conectar? ¿Cómo mando un email? ¿Por qué no se ve mi vídeo? ¿¿QUÉ PASA CON EL SMS QUE MANDÉ A MI PRIMA MÓNICA? ¿Por qué me dice que no se puede mostrar la página, es una vergüenza lo mal que va su servicio gratuito! ¡Esto es indignante!. ¡¡ES DEL TODO IMPRESCINDIBLE QUE ME DESCARGUE ESE POWERPOINT DE FOTOS DE PERRITOS EN ESTE MOMENTO!!! ¿¿POR QUÉ HA BORRADO MI POST EN EL FORO DE MACRAMÉ?? ¿¿QUÉ ME IMPORTA A MI LA BASE DE DATOS??? ¡¡¡PUES COMPRE OTRO SERVIDOR!!! ¡¡¡¡¡¡INÚTIL, MI PRIMO SABE DE OFIS Y DICE QUE USTED NO TIENE NI IDEA!!!!... Las máquinas de Perra pasaron de rojo a blanco, empezaron a chirriar y crepitar ruidosamente, y de repente, toda la infraestructura se vino abajo, desplomándose en una fantástica eclosión de chispas y de caracoles de fuego. Y en el centro del remolino de cárdeno magma, Scroogle, con una inmensa sonrisa bobalicona, fundiéndose obnubilado y enardecido con sus queridas máquinas y los ceros y unos de millares de datos de amor, celos, codicia y afecto de internautas anónimos.

No me había olvidado. El enlace a los vídeos calientes está AQUÍ.

Festivamente,

Fabián, su Chico Celebrador

Fabián C. Barrio es cantante de villancicos y desgustador de polvorones

Herramientas

10
comentarios
1 tolondro, día

Genial.

2 Donatien, día

Es usted genial, de verdad, cada post suyo es mejor que el anterior. ¿Tiene algun libro publicado?. Si no es asi, esta tardando!! seria el primero en la cola.

3 Eomund, día

Un historia muy chula, me gustan las versiones del cuento de navidad con final no exáctamente igual al original.

4 Pnyxis, día

Fantástico.

5 Mienmano, día

Muy divertido, y si me pedís mi opinión, voto por que en esta bitácora haya ficción y fábula frecuentes, que al fin y al cabo ocupan en las mentes de los frikis tanto espacio como en otra gente lo hacen las noticias, especialmente si es ficción fantástica con espaditas y anillos, aunque también vale un buen cuento gótico de fantasmas, y el clásico de Dickens es también eso. Y ahora, la queja: ¿Pero qué tienen de malo para que los refieras como el summum de la desdicha los dibujos hechos con Microchoft Paint (aunque sean animados, que reconozco que eso ya es un poco más duro de tragar, pero, ojo, el paint no incluye la capacidad de animar GIFs "de serie")? ¡Más daño a la vista hace tanta proliferación de photochoperos que, con absurda pretensión de realismo, llenan la web de imágenes de ZP en tanga y de la Vicevogue en el cuerpo de una mujer! ¿No se dan cuenta de que un montaje así puede ser divertido si se ven las junturas, el recorte, las marcas de pegamento del collage, pero que si refinan la imagen hasta el punto de que la imagen sea completamente verosímil, sólo conseguimos una foto de un tipo en tanga con cara de lechuguino, o, lo que es peor, la foto de una mujer desnuda con la cara de De la Vega (arghhhhhhhh)? ¿No han oído hablar del concepto del uncanny valley, del valle inexplicable?

6 Mienmano, día

Llevado de mi justa cólera en defensa del Paint, había olvidado señalar dos puntos interesantes de este post: 1- Utilizáis la alegoría de Scrooge para meteros con Zapatero y su sabia política económica, no creáis que no me he dado cuenta. Los servidores que vamos a crujir somos los contribuyentes y, de paso, la Seguridad Social. ¡Pero bueno! ¿No veis que si seguís así la gente va a pensar que Libertad Digital es un medio de derechas? 2- El truquito de los "videos calientes" para subir en google no está mal, pero las bitácoras de elmundo.es han abusado tanto de él (las de todos los temas, desde economía hasta cocina) que está ya un poco desprestigiado. La próxima vez intentadlo con "Paris Hilton en lencería sexy", o con "Agatha Ruiz de la Prada vestida de payaso", que van mejor aún.

7 vikinga, día

¡Ooohh! Me ha encantado, y los videos calientes también. Menos mal que aún quedadmos muchos á los que nos gusta el espíritu navideño, aunque sólo sea por los polvorones.

8 Elentir, día

Yo creo que los problemas de Scroogle se habrían arreglado con menos fantasmas, más donuts y un MacBook Pro de 17 pulgadas con pantalla semibrillante de alta resolución. Ah, y por cierto: ¡imposible ser feliz con Windows? ¡Qué vuelva ya mi un MacBook Pro de 17 pulgadas con pantalla semibrillante de alta resolución! :*-(

9 joseygna, día

Eso me pregunto yo, ¿cómo la gente es feliz usando windowss? y ¿cómo es feliz usando el pésimo Vista? ¿Será porqué nunca ha tenido en las manos un mac?

10 joseygna, día

http://joseygnacyo.es