Coches sin cinturón de seguridad, jugar en la calle, felicidad plena por ir un día a la piscina municipal, sin móviles a los que estar enganchados... Todo ello lo muestra Paz Vega en su debut en la dirección en Rita que nos hace viajar a l verano de Sevilla de 1984.
La selección española de fútbol ha llegado a los cuartos de final en la Eurocopa que se está celebrando en Francia, pero el espectador seguirá las aventuras de Rita y Lolo, dos hermanos de 7 y 5 años de una de las familias de barrio de la ciudad. La actriz, y ahora directora, ha trasladado algunas de sus vivencias personales a la película. "La escena en la que Rita sube a la azotea de su edificio y debajo de una palangana metálica tiene sus tesoros (una comba, una muñeca...) lo viví yo, era feliz cuando subía a la azotea".
Paz Vega sigue especialmente a Rita, situando la altura de la cámara a la altura de los ojos de Rita, ya que el espectador verá y oirá lo que vea y oiga Rita. El mundo de los adultos, el de sus padres (interpretados por Paz Vega y Roberto Álamo) los atenderemos en la medida que lo haga Rita. Por cierto, Paz Vega nos decía en una entrevista que no volverá a ponerse delante y detrás de las cámaras al mismo tiempo.
Un buen debut en la dirección de una buena actriz. Una película en la que espectador podrá revivir muchos de sus propios recuerdos. La película cambia cuando el mundo de los niños y el de los adultos se mezcla, cuando sus historias se entrecruzan. Ahí, aguantará la respiración.