Hasta un 15% de ciudadanos vascos (un 20% en la provincia de Álava) se marcharían de su Comunidad Autónoma si encontrasen fuera condiciones económicas parecidas de las que actualmente disfrutan, es decir, llevado a la lengua de la calle, 2 de cada diez alaveses harían las maletas si les ofreciesen un empleo igual o mejor del que disponen ahora. Es un dato muy preocupante extraído del último Euskobarómetro. Pero hay más; 3 de cada diez vascos tienen miedo a expresar libremente sus ideas en público y casi el 50% de los encuestados se siente defraudado por el modo en que funciona la democracia en las Vascongadas.

Y esto a apenas un mes de que el Lehendakari Ibarretxe diese por iniciada la legislatura. Un gobierno aún en pañales que tampoco es del agrado de los que allí viven. Sólo el 5% de los encuestados se decanta por el tripartito actual como gobierno óptimo. A Ibarretxe, naturalmente, se le sigue llenando la boca con el cansino latiguillo de "vascos y vascas" con ese inconfundible estilo nacionalista en el que los vascos y las vascas son los que votaron por él o por sus conmilitones del PCTV. El resto pueden apuntarse a la lista, a la del 20% de alaveses. Esos, en el estrecho campo de visión del lehendakari, hace tiempo que dejaron de ser vascos.