Irresponsable el presidente del Gobierno, que envía tropas españolas a un área de probable conflicto armado sin sopesar las consecuencias con el único objeto de que Biden le eche un hueso que roer en la próxima cumbre de la OTAN en Madrid. Que escenifica una supuesta conversación telefónica con innominados líderes mundiales para disfrazarse con el traje de líder internacional que tan grande le viene. Y todo con la exclusiva finalidad de mejorar su imagen ante la opinión pública española.
Irresponsable el ministro de Exteriores cuando dice que al presidente del Gobierno le corresponde marcar la política exterior, ignorando que nuestra Constitución dice que es el Gobierno, y no su presidente, el que "dirige la política interior y exterior" (art. 97).
Irresponsable la ministra de Defensa, que finge altura de estadista cuando lo que hace es servir los espurios fines de Sánchez.
Irresponsables los ministros de Podemos, que se desmarcan del atlantismo del Gobierno por resucitar el tramposo "No a la guerra", del que tanto rédito sacaron en su día, prescindiendo de toda consideración de cuáles son los compromisos de España y sus intereses. Y ahora dicen que el PSOE ha rectificado su retórica belicista, mientras lo cierto es que la Blas de Lezo continúa dirigiéndose al Mar Negro.
Irresponsable Yolanda Díaz, que ante una situación tan grave como la que enfrentamos, y queriendo ser una líder nacional, prefiere no decir nada, a la espera de ver hacia dónde sopla el viento.
Irresponsable Pablo Casado, que por dárselas de estadista respalda a ciegas la simulada política atlantista de Sánchez sin exigir la más mínima garantía y con el único fin de sembrar la discordia en el Gobierno y poner en evidencia a Vox, y así poder arrebatarle un puñado de votos en las próximas elecciones en Castilla y León. No hay otra forma de entender la acusación de euroescéptico dirigida a Santiago Abascal para recordar lo importante que son las subvenciones europeas (la famosa PAC) para la agricultura española, de la que el bienestar de tantos votantes castellano-leoneses depende.
Irresponsable Vox, que ha esperado a ver por dónde salía el PP en lo de Ucrania para decir lo contrario y, como el PP, intentar rebañar un puñado de votos en las elecciones de febrero. Pretender que el Congreso vote el envío de tropas es legítimo, pero en absoluto es legalmente indispensable, como pretende hacernos creer uno de sus líderes, que sabe perfectamente que eso sólo sería así si las hostilidades se hubieran abierto, cosa que, gracias a Dios, todavía no ha ocurrido. Recordar hoy el memorando que firmó en 2013 María Dolores de Cospedal con el Partido Comunista Chino, algo de lo que debería haber renegado Casado, como de tantas otras cosas que hizo el Gobierno de Rajoy, viene tan poco a cuento como lo de la PAC.
La guerra que podría estallar en Ucrania en unos días es un asunto muy grave. Si la OTAN finalmente interviene, estaremos inevitablemente en guerra a menos que reneguemos, como probablemente haga Alemania, de nuestros compromisos con la organización atlántica. Y ver que nuestros dirigentes se toman esto con la ligereza de siempre, atendiendo a la renta que electoralmente les pueda dar lo que digan o hagan, es descorazonador.
Irresponsables todos.