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El siete a las siete

Hoy hace diez años (¿recuerdan ese "El siete a las siete"?) comenzaba su andadura esta emisora. Desde entonces, es mucho lo que ha pasado en nuestra querida piel de toro. Mucho bueno y mucho malo. Y a lo largo de este tiempo, esRadio les ha tratado de entretener, de informar y de ayudarles a interpretar lo que ha ido aconteciendo.

Han sido diez años de alegrías (muchas), de sinsabores (pocos) y, sobre todo, de lucha (constantemente). De lucha por una España mejor, en la que todos seamos iguales en derechos, obligaciones y libertades.

No sé si habremos contribuido a hacer una España mejor. Espero que sí. Pero si de algo nos podemos sentir orgullosos en esta casa es de que, gracias a nosotros, España no es hoy mucho peor. Creo sinceramente que hemos actuado como valladar frente a las derivadas más peligrosas de aquel golpe de estado que fue el 11-M. Si España no ha saltado por los aires no es solo gracias a nosotros, pero es también mérito nuestro. En la medida de nuestras fuerzas, hemos ayudado a otros a parar la disolución de la Nación. No todo el mérito es nuestro, claro que no. Ni siquiera la parte principal de ese mérito, que recaería en partidos (pocos), en instituciones (algunas) y en organizaciones de la sociedad civil (muchas). Pero algún mérito tenemos y me llena de orgullo poder decirlo. No hemos podido sacar a la luz a los responsables últimos del 11-M, pero sí que hemos ayudado a impedir que consiguieran los objetivos últimos de aquel golpe de estado. Que ya es bastante.

Como somos humanos, seguro que hemos metido la pata muchas veces. Y seguro que podíamos haber hecho mucho más. Pero cuando me acuesto por las noches, lo hago con la conciencia de que hemos hecho todo lo que estaba en nuestras manos. Que no es todo, pero que no es poco.

Y lo que hayamos hecho de bueno se lo debemos, en parte, a ustedes, a los oyentes. Muchas veces me para gente por la calle para comentarme que nos escuchan hace años, que se levantan temprano para oír lo que tenemos que comentar. No se pueden ustedes hacer idea de hasta qué punto me enorgullece oír esas cosas. Pocas cosas me parecen tan conmovedoras como que alguien tenga la deferencia de ponerse el despertador para escuchar lo que tienes que decir. Es una satisfacción y también una responsabilidad. Y créanme si les digo que en esta casa somos conscientes de que tenemos una obligación para con ustedes y que agradecemos infinitamente su presencia al otro lado de las ondas.

Déjenme terminar diciendo algo sobre quien dirige esta casa y sin el que ninguno estaríamos aquí: Federico Jiménez Losantos. Cuando todos los demás se arrugaban, él me permitió seguir investigando el 11-M. Cuando todos los demás se acomodaban, él decidió plantar cara a quienes querían disolver España. Cuando todos los demás buscaban agradar al poder de turno, él antepuso su deber a sus intereses.

No siempre estoy de acuerdo con él y muchas veces tenemos visiones contrapuestas. Pero esas discrepancias son siempre sobre lo accesorio. En lo fundamental – la defensa de España y de la libertad – Federico ha sabido transmitir a quienes aquí trabajamos que España y la libertad son mucho más que unos simples conceptos abstractos: son una vocación y una esperanza. Y es muchísimo lo que he aprendido de él a lo largo de todos estos años.

Conozco a algunas personas tan patriotas como Federico, pero no conozco a ninguna que lo sea más. Sin él, esta casa no sería posible. Y sin él, y sin esta casa, España sería hoy mucho peor.

Gracias a Federico por hacer esta aventura posible. Y gracias a todos ustedes por estos diez años de lucha compartida.

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