Como él mismo manifestó, se enfrenta al toro más difícil de su vida. Ortega Cano se sienta en el banquillo acusado de dos delitos, uno de homicidio imprudente y otro de conducción temeraria, al hacerlo bajo los efectos del alcohol. Por estos motivos, la Fiscalía solicita 4 años de cárcel para el diestro.
Ni que decir tiene que éste juicio va a ser con toda seguridad, igual o aún más mediático que el protagonizado por Isabel Pantoja, Julián Muñoz y Maite Zaldívar. Hay que recordar que el 28 de mayo del pasado año fue el fatídico día en el que ocurrió el accidente: el coche del diestro invadió el carril contrario cuando se dirigía a su finca de Yerbabuena, y colisionó con el coche conducido por Carlos Parra. Como resultado del brutal impacto, éste falleció en el acto.
José ingresó en un centro hospitalario en estado muy grave, aunque logró salvar su vida. Tuvo que someterse a tres intervenciones quirúrgicas.
Durante las investigaciones, tanto el informe toxicológico como el realizado por la Guardia Civil, aclararon que en el momento del siniestro Ortega circulaba a una velocidad de 125 km por hora, cuando lo permitido era como máximo 90, y si esto era poco, el análisis de sangre que le hicieron nada mas llegar dio como resultado un índice de alcohol tres veces superior a lo permitido. Y además añadir que hay testigos que afirmaron en su momento que vieron al torero conducir de manera temeraria.
No lo tiene nada fácil y siempre ha declarado que lo que dictamine la justicia lo acatará, y como persona creyente, que lo es, que sea lo que Dios quiera. Esas han sido sus propias palabras. Estos días anteriores al juicio no ha salido de su finca, y se comenta que está muy nervioso. Ahora solo queda esperar.