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Tomando Barcelona

Por Antonio Rodríguez

La vendetta a la pasada edición de la Copa del Rey quedó consumada. El Regal Barcelona se proclamó campeón en 2011, ayudados sobre todo por aquel temporero llamado Alan Anderson. En esta ocasión, el Real Madrid se tomó cumplida venganza. Y es que, aunque los tiempos cambian, no el resultado. Los blancos, cuando huelen una fase final de Copa del Rey en la Ciudad Condal, descuartizan al que se cruce en su camino. Sucedió en un casi vacío Palau Blaugrana en Diciembre de 1985 y volvió a suceder este pasado fin de semana.

Sin embargo, lo de estos últimos días tiene su encanto y para ellos, su valor. Desde el título de liga del 2007, conquistado por el Real Madrid en tierra culé, no ha vuelto a derrotar a su máximo rival en eliminatoria directa, sea ACB, Copa del Rey o Euroliga. Y eso va dejando un pesado yugo sobre los lomos madridistas cada vez más difícil de cargar. Eso, se ha roto.

Real Madrid fue pasando páginas de un fascículo. Comenzó errático, con errores y acabó bordándolo. Por eso, la persona que salió con la cabeza más alta y quien definió el devenir para lograr el éxito en esta Copa, fue Pablo Laso.

El bueno de Pablo planteó un quinteto alto, muy alto. De hecho, nos recordaba aquellas selecciones soviéticas de hace 25 años que paseaban todo su armamento por Europa. A un base contundente como Sergio Llull, se unían Carlos Suarez, Kyle Singler, Nikola Mirotic y Mirza Begic, o en su defecto, Ante Tomic. Y las defensas le funcionaban. Los rivales se ahogaban en la pintura y les obligaba a estar muy acertados en el lanzamiento exterior. Por eso, Mad Croc Fuenlabrada en la primera mitad, con el acierto de Mike Hall, fue el equipo que les hizo más daño.

En ataque era otra cosa. Aquello no carburaba. Era sorprendente ver a tipos tan grandes jugar como si la media del quinteto fuese de 1.80. Penetrar para dividir balones al exterior. Tuvo que salir Felipe Reyes al rescate. Algo que se fue limando y que, con la entrada de Jaycee Carroll, incorporando así un pequeño más, se iba arreglando. Mejor jugaron frente al Banca Cívica, con alguna situación más de poste buscando aclarados, y con más movimiento y fluidez del balón.

Y llegamos a la final, donde el tremendo acierto exterior les dio tan holgado triunfo. Era lógico. Las posiciones de tiro fueron mucho mejores y los espacios, más amplios. Pablo Laso optó por no usar el dichoso pick&roll que a veces mortifica y sobre todo, crea una previsibilidad desesperante, y sí jugó con cortes, con bloqueos, dobles bloqueos para sus tiradores. Con cortes de los hombres altos y en definitiva, con una notable circulación de balón. La concentración, el arrojo y el acierto, hizo el resto.

El Barcelona Regal no tuvo un referente ofensivo. Juan Carlos Navarro sigue doliéndose de su fascitis, y me parece loable el esfuerzo que está haciendo por jugar. Se lesionó Chuck Eidson, otro aspirante a brújula, que por falta de espacio para jugar, no encuentra su sitio entre los azulgranas y dista mucho del jugador del Maccabi. La linterna fue Erazem Lorbek, pero estuvo apagada. Tanto como Paul Davis el día antes. La defensa en ambos casos fue sublime. Dura y sin requerimiento de ayudas, lo que daba más valor aún. Begic asomó como una roca defensiva.

Si el Real Madrid pudiera fallar en algo fue en asegurar su rebote defensivo en la primera mitad. Boniface Ndong, el propio Lorbek o Fran Vázquez, sacaron por momentos los colores a los pívots blancos, ganándoles la partida. A Mirotic entre ellos. Nikola, que tan brillante actuación tuvo ante el Banca Cívica, ni podía aguantar las embestidas por el rebote en defensa, ni jugar muy cercano del aro. Por esa razón, un jugador con fundamentos tan perfeccionados, incluyendo los típicos de un jugador exterior, sigo creyendo firmemente que su posición natural es la de "3". Bota muy bien, tira de lujo, es instintivo en la defensa del uno contra uno, para poder suplir su rapidez en los desplazamientos laterales y prefiero que el postear sea un recurso en él como un "3", que no una obligación como "4". Y que ayude en el rebote, diferente a que le obliguen a aguantar a los tanques rivales en la posición de "4". Sus defectos como cuatro tienen tanto peso como sus virtudes como "3". Y si sueña con la NBA, mala vida llevaría en su posición de ala-pívot ante lo que se le puede venir allí encima.

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comentarios
1 genesis katiuska loor macias, día

sabian que barcelona es el mejor eqipo del mundo ¡golllllllllllllllllllll de barcelona ¡ y los que son de otro equipo tirensen al bote