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Caso resuelto

La policía suiza hubiera agradecido, sin duda, que Moratinos les hubiese comunicado que los delincuentes a los que lanzaba un ultimátum ya habían abandonado el edificio casi una hora antes. Es más, seguro que se hubiesen ahorrado mucho trabajo si hubieran sabido casi dos horas antes de asaltar el Consulado de España en Berna que dicha acción era innecesaria pues los delincuentes no estaban dentro.

Moratinos, con una capacidad inabarcable para hacer el ridículo, nos ha demostrado una vez más las razones por las que no debería haber sido nunca nombrado ministro. Es mala cosa para la diplomacia española que haya cogido la costumbre de hacerlo cada semana y, en ocasiones, casi cada día. Zapatero debiera ahorrarnos la agonía.

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