De la Vega ha decidido que las manifestaciones convocadas en junio y la cercanía de las elecciones gallegas son mucha casualidad. Por eso se han convocado en Madrid y Salamanca, y no en Vigo; para disimular y que no se note tanto. Eso sí, que ETA robara un coche de la calle donde vive Trashorras para hacer un atentado no es mucha casualidad. Que las caravanas de la muerte de ETA y los islamistas salieran el mismo día no es mucha casualidad. Que Huarte o Almallah sean militantes del PSOE no es mucha casualidad.

Quizá es que después de estar en su puesto por, claro, casualidad, está más que predispuesta para ver la viga en el ojo ajeno.