La SGAE, por medio de Pedro Farré, quiere que naveguemos por Internet de la misma manera con la que el gobierno obliga a navegar en China o Cuba: con el carnet en la boca. La diferencia es que en China y Cuba el gobierno controla de la misma forma la vida diaria de sus ciudadanos y en España, excepto a militantes del PP en manifestaciones, eso aún no se estila.

Al mismo tiempo, el ministro Montilla asegura que algunos confidenciales y bitácoras son de dudosa utilidad y legalidad. Cuando aún se está tramitando el Estatuto del Periodista, que puede obligar a sacarse un carnet concedido por los poderes del estado para informar, estas declaraciones nos hacen temer que se use para censurar la creciente actividad política en Internet.

Dos declaraciones peligrosas para la libertad en Internet el mismo día, y no precisamente desde instancias sin influencia o capacidad de decidir.