Piqué ha decidido desdecirse, pero lo que se ha dicho no se puede borrar y, como todo político, él es perfectamente consciente de eso. ¿Por qué ha decidido atacar a algunos de sus más distinguidos compañeros de partido, empleando además argumentos típicamente socialistas? Es una pregunta de difícil contestación, que Rajoy deberá hacerse cuando regrese del viaje a Singapur. Lo único indudable es que, con estas palabras, Piqué ha unido su destino al de sus compañeros de partido. Si Rajoy decide prescindir de alguno de ellos, el catalán deberá abandonar inmediatamente su cargo para que el liderazgo del partido no se cuestione.

No obstante, lo que debería plantearse Rajoy es si le merece la pena que quien dirija el partido en Cataluña sea alguien que causa más problemas en casa que a sus adversarios políticos.