Menú

El chantaje verde

Tras las felices hazañas del Frente de Liberación Animal arruinando a empresarios y ecosistemas con su robo y suelta de visones, los ecodelincuentes han atacado de nuevo hoy. En este caso, el grupo responde al conocido nombre de Greenpeace, que ha asaltado la sede de una empresa porque ésta comercia con productos transgénicos.

La respuesta a este chantaje sólo debería ser una: cárcel para los cincuenta okupas y, por supuesto, que la empresa afectada comercie con lo que desee comerciar. Los totalitarios verdes no deben quitarnos la libertad de producir, comerciar y consumir sólo porque a ellos no les guste. No sólo no existen evidencias científicas que soporten sus protestas contra los productos transgénicos, sino que el hecho de que prefieran que países africanos mueran de hambre antes de que sean alimentados con el mismo maíz transgénico que los norteamericanos llevan años consumiendo debería hacer huir de su fanatismo a cualquier persona sensata.

Herramientas

0
comentarios