La prueba de que el referéndum del 20-F era en realidad un plebiscito organizado por Zapatero la ha dado Alfredo Pérez Rubalcaba. PP y PSOE coincidieron en pedir el sí aunque el principal partido de la oposición se haya prestado a promocionar una votación precipitada. No leer el texto del Tratado ha sido el consejo de campaña de los socialistas después de que levantaran la liebre hasta Los del Río. Ahora, ante la coincidencia, el PSOE tiene que tratar de quedarse con las papeletas del Sí socialista, del sí zapaterista y demostrar que son la mayoría. Para ello, qué mejor que recurrir a los mismos engaños que envolvieron su llegada al poder: acusar al PP de subterfugios y de pedir “boca a boca” el No. Blanco es el encargado de buscar en qué barrios de Madrid habrían funcionado las consignas conspiratorias ¿Habrá fotos de los militantes populares como en el caso Bono? Si tampoco esto lo tenía previsto el partido de Rajoy es que no conoce bien a los que han gobernado 14 años en España.