El presidente del gobierno haría bien en no referirse de forma despectiva a los demás por su nacionalidad. Sienta mal a su europeísmo exacerbado en esta recta final de la campaña para que votemos que sí en el plebiscito. Puede que las opiniones de Vasile no le sienten especialmente bien, pero por mor de mantener la ficción de su supuesto buen talante debería disimularlo mejor.

Pero si bien el continente es manifiestamente mejorable, el verdadero problema está en el anteproyecto de ley. No sólo abre la puerta a un Canal + en abierto, además de alguna nueva concesión realizada a algún buen amigo mediático, sino que pretende legalizar el atropello que supuso el antenicidio al aceptar como válida la posición de dominio aplastante que logró Prisa en número de emisoras. Sabido es que la pluralidad informativa en la que supuestamente tanto interés tiene Zapatero está severamente dañada en la radiodifusión española por el aplastante dominio en número de emisoras de la cadena SER con respecto a sus rivales. Sin embargo, el gobierno legaliza este dominio y pretende convencernos de que es por nuestro bien. No será un golpe de estado pero, por favor, que no nos tomen por tontos pretendiendo hacernos creer que esto se hace para aumentar la "pluralidad informativa". A no ser que pluralidad signifique que se pueda informar en un mayor número de frecuencias sobre las actividades de los nietos de las hermanas de las madres de los suegros de los líderes de la oposición.