Las diferencias de talla política entre el antiguo presidente del gobierno y sus interrogadores está quedando patente en la comisión. Los intentos, especialmente patéticos en el caso del portavoz de ERC, de acusar a Aznar de todo lo imaginable se están topando con un pequeño escollo: la verdad. Partiendo de ella, los ataques que ha realizado a los medios de PRISA han sido especialmente contundentes. Pero sería de agradecer que el ex-presidente, alguna vez, los nombrara aunque todos sepamos que tiende a no hacerlo con aquellas organizaciones que le parecen especialmente repugnantes.

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