Menú

La impoluta legalidad internacional

La corrupción detectada en el Banco Mundial se suma a la del programa Petróleo por Alimentos en poner en solfa la credibilidad de las instituciones que, supuestamente, deberían ser el germen de un gobierno mundial, si hicieramos caso al pensamiento único. La escasa cobertura que ambos casos están recibiendo contrasta de forma hiriente con la atención que recibió el caso Enron, o la avidez con que se busca cualquier posible favoritismo hacia Halliburton. El poder cada vez mayor de la burocracia internacional y la indulgencia que reciben de los medios de comunicación son un cóctel explosivo que sólo puede producir aún más corrupción.

Herramientas

0
comentarios