La Sociedad General de Autores ha salido hoy con uno de esos rebuznos a los que, por desgracia, nos tiene acostumbrados. Ante la próxima celebración del "Campus Party" que tendrá lugar en Valencia el próximo día 26, los dirigentes de la SGAE han recordado que "han observado que en los últimos años se viene produciendo una sistemática vulneración de los derechos de Propiedad Intelectual en el transcurso de los mismos”.

Teddy Bautista acaba de descubrir la penicilina, y de ello da testimonio a un mundo incrédulo. Lo normal es que cuando cientos, sino miles, de internautas se reunen para conectar sus ordenadores entre sí y estos a la red de redes, lo normal es que, entre otros programas, tal comunidad de aficionados utilice los famosos P2P. La responsabilidad del organizador del evento es nula porque las redes "peer to peer" o puerto a puerto sirven lo mismo para descargarse un LP de U2, que para transmitir imágenes, música o vídeos elaborados por los propios participantes.  

Esto huele tan a chamusquina como el célebre canon de los CDs vírgenes. Si un usuario graba en un CD una colección privada de fotografías, ¿por qué ha de pagar un canon a unos señores que no conoce, que no le dan nada y que, además, carecen de legitimidad para crear impuestos? Del mismo modo, que un creativo de vídeo comparta uno de sus archivos con el resto del mundo no sólo no es punible sino recomendable en tanto en cuanto ayuda a difundir el conocimiento y la información. Esto, en las mentes estrechas e intervencionistas de los jefazos de la SGAE, no entra, que le vamos a hacer.