"En pocas palabras, si seguía la recomendación me dejarían tranquilo". Eso es lo que interpretó José María Aznar tras una conversación con Zapatero con motivo del traspaso de poderes hace ahora un año. La recomendación no era otra que dejar correr los acontencimientos que mediaron entre el atentado y las elecciones generales, es decir, no remover un pasado del que el PSOE tenía mucho de lo que avergonzarse.

Esta y otras revelaciones no menos jugosas salen a la luz en el esperado libro de Aznar "Retratos y perfiles. De Fraga a Bush", título que se presentará el próximo 19 de abril. La campaña contra el libro todavía no ha empezado, procurarán ignorarlo del mismo modo que hicieron con "Días de furia", las memorias televisivas de Alfredo Urdaci. Si se vende, si se forman colas allá donde el autor se ofrezca a firmarlo, que se vaya preparando el ex presidente. Le van a llamar de todo menos guapo.