En un rasgo de genio, Rodríguez Zapatero ha decidido hacer un homenaje al momento político en España, en el que se pone en duda sus bases institucionales y se hacen guiños a los asesinos y las asesinas de ETA. Lo ha hecho invitando entre otros a los ejércitos de dos países críticos con la decadente democracia burguesa, Cuba y Venezuela.

Cuba pasa y nos evita a los españoles la vergüenza de ver al presidente que despreció la bandera de la democracia más antigua del mundo, saludar al ejército de una de las dictaduras más recalcitrantes.

Fuentes cubanas aseguran que "las Fuerzas Armadas revolucionarias cubanas no tienen costumbre" de salir al extranjero para este tipo de eventos. Cierto. Tienen por costumbre ir a África a hacer el ridículo intentando extender la robolución, como hicieron en los 60’ bajo mandato del compañero de crímenes de Castro, Ernesto Che Guevara.