La Presidencia de Izquierda Unida ha ratificado a Gaspar Llamazares en su puesto. El líder comunista dice sentirse "fortalecido" y "respaldado" tras salir de una asamblea que ha durado, prepárense, ¡seis horas! Casi como los discursos de Fidel Castro. Los sectores críticos de la izquierda plural, es decir, Corriente Roja (sic) y Francisco Frutos no parece que hayan quedado excesivamente satisfechos. Según Frutos IU pasa por la "crisis más grande de su historia".

Nos congratulamos que la estabilidad vuelva a ser la pauta del mayor de los partidos comunistas patrios. No por afinidad ideológica, obviamente, sino porque las crisis de la Izquierda radical es costumbre que las pague el centro moderado en la calle. Llamazares puede sentirse afortunado por el apoyo masivo (37 votos a favor y 9 en contra), al menos de su formación. En las urnas semejante unanimidad el líder comunista no puede ni soñarla. Así es la democracia.