Se relamía de placer Mikel Amigot desde IBL News hace unos meses con el éxito de Fahrenheit 9/11. El filme estaba rompiendo las taquillas en los Estados Unidos en los primeros días de proyección. En España, si no tanto como en los USA, la magistral pieza de propaganda de Moore está funcionando bien. A finales de julio estaba ya entre las cinco películas más vistas en nuestras salas.

La sarta de mentiras e inexactitudes del director de documentales norteamericano parece que funciona, y es normal, con la desinformación que hay repecto a este hombre en nuestro país. En Estados Unidos Jason Clarke y David T. Hardy acaban de publicar un libro donde se da un repaso a conciencia de ese pedazo de estúpido hombre blanco. Nuestro colaborador, Pablo Molina, desentraña los secretos del libro, publicado sólo en inglés, en un revelador artículo disponible en La Revista de Libertad Digital.

Clarke y Hardy han rebautizado el género documental cuando lo trata Michael Moore como Crockumental. Un joven realizador de 28 años, Michael Wilson, ha aprendido bien la lección y está ultimando una cinta titulada Michael Moore hates America, en la que sumistra al director de Bowling for Columbine su misma medicina, o quizá deberíamos decir veneno.