La Moncloa no tiene secretos para José Enrique Serrano. Nadie mejor para una visita guiada, o para dirigir la mudanza. Aquí, el retrato de Pablo Iglesias; a este lado, los de Largo Caballero y Negrín; presidiendo el despacho, uno de Felipe González. Oculta detrás de cualquiera de ellos, la caja fuerte. Mejor controlo yo la clave, presidente: tú tiendes al despiste y, además, vas a estar muy liado firmando lo que Maragall, Patxi, Manolo Chaves, Jacques, Gerard y Mohamed te pongan delante. No sabes la energía y la concentración que puede llegar a consumir la tarea de desguazar España. Habrá que volver a pintar La Bodeguilla. Tonos cálidos, iluminación tenue e indirecta. La música es cosa de Chelo.  Que nuestros... perdón, que tus invitados se sientan como de regreso al útero del socialismo de mirada limpia. Si hay que volver a trincar, que sea escuchando los Conciertos de Brandeburgo y no Litros de alcohol, corren por mis venas, ... Necesitarás un espacio para abrirte a la discusión moral y la alta política. A mí puedes acomodarme en una cripta con un ordenata, un móvil, unos cuantos micrófonos y líneas seguras con la Casa y con la casa de Cebrián. Si te parece, voy poniéndote algunas entradas fijas en la agenda. Los martes noche: hay motivo para agasajar al cine español. Entrantes fríos, unas pizzas, refrescos y van que chutan. Austeridad, presidente, austeridad: qué gran verdad dijiste. Jueves: tormenta de ideas con la prensa independiente. Hay que llamar antes a la secretaria de D. Jesús, para confirmar que no tiene otro compromiso. Humildad, presidente, humildad: qué sabiduría la tuya. No has pisado tu despacho y ya vas entendiendo lo que quiso decir el presi... perdón, Felipe el otro día: “se Gobierna desde La Moncloa, no desde Ferraz”. Pronto te harás a la idea de que Moncloa, en realidad, es sólo un barrio de Gran Vía.