Menú

Rindiendo pleitesía

Genuflexo, cariacontecido y más suave que un guante de seda. De esta guisa se mostró ayer José Luis Rodríguez Zapatero ante George Bush. El presidente de los Estados Unidos, por su parte, se limitó a no acordarse ni del nombre del personaje que venía raudo a mendigar un saludo. "Hola, ¿qué tal amigo?", le espetó el tejano con cierto aire de chacota. A lo que Zapatero replicó con un titubeante "Muy bien, ¿y tú?"

A esto han quedado reducidas las otrora soberbias relaciones entre España y EEUU. Y todo por sectarismo, miopía y una buena dosis de estulticia. Para Zapatero el encontronazo bruselense es "lo razonable". A Aznar le invitaban al rancho familiar y semejante privilegio era motivo de chanza en todas las cadenas de televisión. A Zapatero, por ahora, ni le llaman por su nombre. Estamos todavía esperando el primer sketch.

Herramientas

0
comentarios