Bautismo de Zapatero en la miel del liderazgo mundial. El presumible próximo presidente español se somete a una apretada agenda de entrevistas con Powell, Blair, Chirac y Schröeder, en los aledaños de la Eucaristía oficial en memoria de las víctimas del 11-M. Unas duran cincuenta minutos; otras, quince. El País.es no escatima energía ni imaginación para proyectar la efigie de Zapatero como artífice de la paz mundial. Un ejemplo: la agencia Efe, informada de las reuniones exclusivamente por Miguel Ángel Moratinos –presumible próximo Ministro de Exteriores– , indica que Powell quiere “analizar las posibilidades de adjudicar a la ONU un nuevo papel en Irak y negociar eventuales propuestas ante el Consejo de Seguridad respecto a las tropas allí destacadas”. Esta versión, ya de por sí infatuada por basarse en una fuente de parte, les ha debido parecer poco favorecedora en Miguel Yuste 40, sede de El País. Su diario electrónico toma el despacho de agencia y le da su propio toque: “Powell ofrece a Zapatero una nueva resolución de la ONU para evitar que saque las tropas de Irak”. Se recuerda, en el primer párrafo, que el casco de la ONU es exactamente la “condición que exige Zapatero para no devolver las tropas a casa”. Aún no ha tomado posesión y ya impone las “condiciones” de la paz mundial. Profundo alivio en el Pentágono: al fin, un líder.