Son muy pocos, pero algunos políticos tienen claro que bajar los impuestos es bueno para todos; para los que menos tienen, para los que más y para los que no tienen ni mucho ni poco, es decir, para la clase media, que es, en última instancia la más numerosa en un país desarrollado. Los recortes fiscales estimulan la economía, contribuyen a que se genere nuevo empleo y atan las manos de los gobernantes derrochones, que no por casualidad suelen ser los causantes de las grandes crisis económicas que afligen a la economía cada cierto tiempo.

Esperanza Aguirre pertenece a esa selecta nómina de políticos que creen que el mejor lugar donde puede estar el dinero es en el bolsillo de quienes lo han ganado honradamente. Inspirada por este sencillo pero revolucionario principio está llevando a cabo un generoso recorte de los impuestos que dependen de la Autonomía que preside. Las magníficas cifras de crecimiento y desempleo de la Comunidad de Madrid atestiguan que es el camino correcto, sin embargo el Gobierno de la Nación no parece persuadido de esa idea. A los socialistas en economía les mueven principios opuestos y, sobre todo, les mueve la idea de conquistar la Comunidad de Madrid a cualquier precio, aunque sea conspirando contra los intereses de sus seis millones de habitantes. La última de Solbes, esto es, de Zapatero es ilustrativa al respecto. Los madrileños deberían tomar nota.