El Vaticano, contra Buñuel. Cincuenta años después
Santiago Navajas
Ateo por la gracia de Dios, católico por nacimiento y por cultura, no solo no fue nunca anticristiano, sino que junto a Dreyer, Tarkovski y Bergman forma un póker de cineastas del espíritu. Entre ellos, el más oblicuo y sarcástico.