Esta semana el gran fabricante de coches y motos BMW ha cumplido cien años. Un siglo en el que la marca bávara ha estado presente en los principales hitos históricos del siglo XX como la Segunda Guerra Mundial y que ha conseguido convertirse en líder de ventas en su rango de coches y berlinas de alta gama y lujo. Un siglo que marca el futuro de BMW inmerso en la nueva gama de vehículos de cero emisiones gracias a la última tecnología de eléctricos que tiene como buque insignia el i3 e i8. Pero como este es un blog de competición echemos un rápido vistazo a algunos de los momentos más destacamos de la factoría alemana dentro y fuera de los circuitos de velocidad.

Si en algo ha destacado por encima de otros constructores y motoristas BMW es por su dureza y fiabilidad en categorías como el enduro o el raid. De hecho las motos destinadas a la especialidad en duro han sido las estrellas del firmamento boxer de dos válvulas. Estas motocicletas dominaron el Rally París-Dakar entre 1981 y 1985.

En cuanto a las competiciones de cuatro ruedas a la marca bávara siempre se le ha resistido el Mundial de la F1. Aunque siendo rigurosos, se le ha resistido como constructor que no como motorista ya que en 1983 junto a Brahams y el piloto brasileño Nelson Piquet lograron el título de pilotos haciendo campeón por primera vez un monoplaza equipado con un impulsor turboalimentado.

Sus primeros pasos en la F1 se remontan a 1952 cuando fue el suministrador del motor de la escudería Veritas. Luego lo sería de otras como AFM, Lola, Brabham, ATS, Arrows, Benetton o Williams. No sería hasta 2006 cuando BMW tras comprar Sauber volvería a la categoría reina del automovilismo. Durante los tres años que se mantuvo como constructor la firma alemana soñó con conquistar el título más complejo del mundo de la automoción, como ya había conquistado otros títulos de otras categorías como el del DTM o el Mundial de Turismos.  

Nick Heidfeld y Robert Kubica fueron sus pilotos y sin bien consiguieron varios podios para la marca el equipo no tuvo la continuidad y el desarrollo necesarios para ser campeón y ante la llegada de la crisis en 2009 se vio obligada a cerrar y volver a vender el equipo.

Sería interesante ante el dominio demostrado por su gran adversario Mercedes que BMW volviera con un proyecto propio aunque entiendo que viendo inversiones y apuestas como la de McLaren- Honda a la marca bávara se le quiten las ganas de emprender tan magno proyecto. Tampoco estaría mal ver una BMW en la máxima categoría de motos de MotoGP luchando con las marcas japonesas y siendo una alternativa a las Ducati, un proyecto en el que nadie trabaja en la sede principal situada en Munich. Algo que quizás veamos en los próximos cien años.