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La prensa de un vistazo

A Sánchez "lo están matando las encuestas": tiene "pánico social"

La polémica sobre la ley Sísí no decae, es más desde el propio Gobierno la alimentan cada día.

La polémica sobre la ley Sísí no decae, es más desde el propio Gobierno la alimentan cada día.
Sánchez, ayer en el Senado. | EFE

El Mundo

"El PSOE rechaza el cuarto intento de Montero para salvar el 'sí es sí' en pleno órdago de Sánchez". ¿El PSOE? Si el PSOE ya sabía lo que iba a pasar y aprobaron que los violadores salieran a la calle para no disgustar a la chica de Iglesias, según reveló Carmen Calvo.

Resulta Irene Montero tiene muy mal genio y Sánchez prefirió a los violadores en la calle que oír los alaridos de esta histérica. Y ahora, que al ver que pierde votos a chorros, quiere echarse atrás deprisa y corriendo. Dice Federico Jiménez Losantos que "la Ley Montero-Sánchez es fruto de la indiferencia por el dolor de las víctimas reales en favor de la ideología. Se dice que nace de la bruticie de Irene, pero es típicamente comunista. Al psicópata Sánchez, indiferente al mal que causa, le basta repetir "ni un paso atrás" o "un avance histórico en la historia del feminismo"".

"Carmen Calvo ha confesado que "sabía el efecto que iba a tener, pero no quisimos molestar a la ministra". Falso. Ni ella ni Campo dimitieron por ello. Callaron por sumisión a Sánchez y para conservar sus cargos". Sánchez es tan culpable como Montero, o más, porque en teoría es el jefe. "El bodrio de socialistas y comunistas ya no tiene remedio. Miles de violadores, pederastas y agresores sexuales han salido de la cárcel o saldrán años antes de cumplir su pena. Las reformas que ahora finjan serán para violadores futuros. O sea, que harán falta miles de mujeres y niños violados para devolverlos a la cárcel, de donde los sacan el Gobierno y todos los que votaron esta maldita Ley". Así que hala, a apechugar con los reincidentes.

Y Rafa Latorre destroza el clavo ardiendo del consentimiento. "No hay tertulia en que la crítica a la ley del solo sí es sí no se rebaje con un sin embargo. Del naufragio del texto permanece a flote una consigna a la que se agarran los desesperados, que son legión. La ley puso el consentimiento en el centro, dicen". Que un quiqui con consentimiento no es violación, dicen las mentes privilegiadas podemitas y tertulianos de su cuerda. "Solo pretende instalar la falacia de que hubo un día, antes del advenimiento de Irene Montero, en el que las leyes consideraban que el consentimiento era un asunto secundario a la hora de enjuiciar un delito sexual". Antes del advenimiento de Irene Montero, las mujeres no podíamos votar, ni trabajar sin permiso de sus maridos, ni abrir cuentas corrientes. Irene Montero ha venido a darnos la libertad, oh, gracias Irene. Como dice Rafa Latorre, "tocar el consentimiento sería algo así como legalizar la violación". Así que, niña, deja de decir chorradas, vete a llorar en el hombro de Pablo.

Del cara a cara de Sánchez con Feijóo ayer en el Senado habla Lucía Méndez. Sánchez se lució. Venga a hablar, venga a decir gilipolleces a hacerse el gracioso, a insultar a diestro y siniestro con gestitos de guaperas de telenovela. Feijóo, en menos de media hora, le dio dos sonoras bofetadas y dejó al chulo playa sobre la lona. Pero tu qué te has creído, niñato, que saltaste de concejal a presidente mientras yo llevo 30 años en política.

Feijóo "ha aprendido a tomarle el pulso a su oponente para aprovechar la oportunidad de estas veladas. A la tercera, Feijóo le hizo daño", dice Lucía Méndez. El Sánchez que subió a replicar a Feijóo estaba descolocado, pálido, balbueceante, dando manotazos al aire, que si Vox por aquí, que si Vox por allá, que los manifestantes de Madrid eran unos fachas. Pero si llegó a pedir al PP su apoyo en la cuestión de Ucrania. ¡Pero tío, que son tus socios de Podemos los que no te apoyan, no el PP!

"El día, ciertamente, no era fácil para Sánchez. Y el presidente del PP tuvo su mejor tarde parlamentaria yendo al grano, sin sobreactuar, con eficacia, y aprovechando los graves problemas políticos que causa el socio minoritario de la coalición al presidente del Gobierno. La intervención de Feijóo metió el dedo en una llaga que existe, por más que Sánchez haga grandes esfuerzos por no darse por enterado. La llaga que más sangra es la del Ministerio de Igualdad". Sobre todo porque Sánchez aprobó una ley a sabiendas de que iba a provocar la suelta de violadores por permanecer en Moncloa. Eso no se va a pasar por alto.

"El presidente del Gobierno es un buen parlamentario, maneja el escenario y tiene capacidad para desarmar al contrario. O para sorprenderlo con el recurso a la ironía y el sarcasmo. Sánchez usó las mismas armas que le fueron útiles para oscurecer la buena imagen que tenía Feijóo cuando fue elegido presidente del PP". ¿Ironía y sarcasmo? Parecía Chiquito de la Calzada en el Club de la Comedia con aplausos enlatados de la bancada socialista.

"La realidad es que el problema del Gobierno de coalición no es la derecha mediática, ni los empresarios, ni las catástrofes que, más o menos, ha sabido gestionar. El problema de Pedro Sánchez lo tiene sentado en el Consejo de Ministros". Ya sabemos que Lucía es muy sanchista, como antes fue podemita. El problema de Sánchez está en el Consejo de Ministros, sí, es más lo preside.

El País

"El salario mínimo sube un 47% en cuatro años y llega a los 1.080 euros". Sí, ya nos lanzó ayer Sánchez la soflama de los de abajo y los de arriba, los malos y los buenos, los empresarios capitalistas despiadados. Un presidente dando un mitin de universitarios. Daba vergüenza ajena.

"El PSOE y Podemos negocian para evitar la ruptura por los cambios en la ‘ley del solo sí es sí'". "Sánchez ha ordenado presentar la proposición de ley esta semana con o sin acuerdo". Después de promocionar la ley a favor de los violadores ahora viene de superman. "Todas las partes descartan una ruptura, que insisten, no beneficiaría a nadie a tan solo cuatro meses de las municipales y autonómicas y en un año también de elecciones generales". Eso ya lo sabemos. Y debía saberlo Sánchez cuando dio luz verde a la ley para no contrariar a la pija ignorante que Iglesias le obligó a colocar en un ministerio. Ahora la duelen las encuestas.

El periódico sanchista vende el consentimiento como si fuera Podemos. Cué y compañía no deben saber que una relación sin consentimiento siempre ha sido violación, incluso con Franco, no nos hacía falta Montero. Por si acaso, se lo explica la penalista García Arán en su periódico. "Los anteriores delitos de abuso y agresión sexual consistían, obviamente, en la ausencia de consentimiento, porque el sexo consentido entre adultos no es delito".

"La reforma de la ‘ley del sí es sí' del PSOE no tiene aún más apoyos parlamentarios que los del PP", dice Javier Casqueiro. "Pero el grupo socialista no ha negociado ni pedido aún esa ayuda al principal partido de la oposición ni parece querer usar por ahora ese atajo". Pues que luego no vengan diciendo que el PP se opone a todo, que no pueden contar con ellos para nada, y tal y pascual.

Dice el editorial que "es positivo que el Gobierno haya admitido finalmente que cometió un error". "Admitir los efectos indeseados y no actuar —aunque sea para un futuro— solo podría interpretarse como una cerrazón inexplicable con una norma tan delicada". El problema, Pepa, es que el Gobierno ya sabía que se iban a producir esos efectos y no detuvo la ley.

"Aunque el problema con los casos del pasado que pidan revisión ya no tiene remedio —cualquier modificación de la ley solo regirá para los delitos que se cometan a partir de su aprobación—, con esta rectificación el Gobierno emite el mensaje de que escucha las voces de las víctimas y atiende a la alarma social". La alarma que han creado ellos mismos.

E insiste, erre que erre, en que antes de Montero la violación no era delito. "Lo verdaderamente relevante no fue cambiar las penas, sino hacer pivotar el consentimiento como elemento central de cualquier agresión sexual". "Lo que define el delito es que no se respete la voluntad de la víctima". No jorobes, Pepa, ahora nos enteramos de que tener relaciones sexuales consentidas no es delito.

ABC

"Puig subvenciona con 200.000 euros a una empresa salpicada por la caja B del PSPV". Pero esto no lo verá usted en las tertulias de La Sexta, ni en El País, ni en la Ser, ni en el diario de Escolar. La corrupción socialista es sagrada.

Julián Quirós dice que "no deja de sorprender que el final de las sospechas para Camps coincida en el tiempo con el principio de los problemas de su sustituto en la Comunidad Valenciana, el socialista Ximo Puig, que ha perseguido a su predecesor con verdadera insistencia en los tribunales". Justicia poética.

"Feijóo pone contra las cuerdas a Sánchez en un tenso debate: "Pasará a la historia por la ley del solo sí es sí"".

El editorial da en el clavo con Sánchez. Ayer no se podía distinguir al presidente de Podemos. "Pedro Sánchez ocupó ayer en el Senado no sólo el lugar del PSOE, sino también el de Podemos, de Izquierda Unida y de la plataforma Sumar". El discursito de los de arriba y los de abajo, los empresarios chungos y despiadados, los banqueros avariciosos, los poderes ocultos, en fin toda la sarta de bobadas que nos suelta Podemos a todas horas. "Además, Sánchez acentuó el tono populista de su discurso, denunciando la existencia de «un plan diseñado por ciertas élites económicas y ejecutado por una derecha política» para debilitar el estado de bienestar". Pero tío, que el BOE lo manejas tu, no nos tomes el pelo.

Manuel Marín dice que "Irene Montero es esa mezcla de orgullo e ínfulas de quien siempre cree tener razón, esa visionaria capaz de ver más allá que nadie. Si Pedro Sánchez corrige ahora la ley, 350 abusadores tarde y cuatro meses después de expresar su «orgullo» por una norma que iba a ser modélica en Europa, solo es atribuible a que las encuestas lo están matando y a ese divertimento de quemar a Montero sin destituirla, cambiándosela de una mano a otra como a una muñeca rota. Sánchez juega con ventaja porque Podemos no romperá la coalición, y si la rompe..., mejor para el PSOE". Montero es tan torpe y tan cegata que no ve que le puede devolver la pelota. Presidente, la ley la aprobaste tu a sabiendas de los efectos que iba a tener. Nosotros, los podemitas, al fin y al cabo, solo somos universitarios de la Complu expertos en escraches e insultos, pero vosotros, los socialistas, que sois los listos del Gobierno, deberías haberla echado atrás y aguantar mis berrinches. Si no voy a romper la coalición, soy tonta, pero no tanto.


"Su sobrevenida rectificación tiene lógica porque solo actúa por alarma electoral y pánico social". El pánico se le notó mucho ayer a Sánchez. En su última intervención, metiendo a Vox sin venir a cuento, acusando de franquistas a los manifestantes de Cibeles… miedo, mucho miedo. Por cierto, que hablando de los pactos con Vox, el PP se plantó en Castilla y León con lo del aborto. El PSOE, sin embargo, ha aprobado una ley que suelta violadores plegándose a Podemos. Ha cambiado delitos y benficiado a los golpistas plegándose a ERC. Ha cedido en todo lo que le han pedido los herederos de ETA sin condenar los homenajes a asesinos. Pasen y vean.

La Razón

"Puigdemont no quiere ser baza electoral de Pedro Sánchez". Difícilmente puede influir el de Waterloo en la política nacional a estas alturas. Ya nadie, se acuerda de él salvo algún periodista. Marhuenda es uno de ellos. "No hay duda de que Puigdemont es un dolor de cabeza para Sánchez. "A Sánchez le vendría muy bien el regreso de Puigdemont para su campaña electoral, ya que pretende cerrar la carpeta catalana". Tendrá razón Marhuenda, que está mucho mejor informado, pero lo cierto es que en el Metro no se habla para nada de Puchi. Es más, si preguntas seguro que hay muchos que no saben ni quién es.

Juan Ramón Lucas dice sobre la ley de marras que "la prensa internacional señala ya a Sánchez como responsable del desaguisado, hasta los más blindados de la muy dogmática escuela del pablismo se dan cuenta de que la cosa empieza a ponérseles en contra, y manejan encuestas que abundan en la impresión de que los últimos bodrios legislativos están empezando a desgastar peligrosamente a la izquierda y en particular al partido socialista". El Financial Times puso ayer a caldo a Sánchez. Al presidente, que lo lee en inglés, debió escocerle. Así estaba ayer en el Senado, empezó como un toro y acabó atontado mientras sus bancada intentaba levantarle del suelo a base de aplausos falsos.

En España

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