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Camino de servidumbre

Si bien es cierto que sin la democracia es difícil que perviva el Estado de Derecho, es más importante éste último para la superviviencia de las libertades básicas. Por eso Alfonso Guerra deseaba la muerte de Montesquieu y por eso López Aguilar desea poner en manos del gobierno la decisión última sobre qué debe y qué no debe investigar la justicia. No cabe sino descubrirse ante la coherencia socialista en este aspecto a lo largo de los años.

Para la izquierda española, parece que el parlamento sólo tiene legitimidad cuando ellos tienen mayoría pero, en línea con las teorías del teórico nacional-socialista Carl Schmitt, tiene entonces toda la legitimidad para saltarse todas las barreras. Nos encaminamos de este modo hacia una dictadura bananera donde se eligen cada cuatro años los tres poderes en una sola votación. Pero, eso sí, tal empeño logrará  "devolver a la sociedad la confianza en la justicia". Toma nísperos.

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