La campaña ha terminado y parece que le ha salido algo mejor al PP que al PSOE. Pero no hay que exagerar los méritos de los primeros, lo cierto es que Mayor Oreja no ha dado de sí todo lo que podría darse frente a un candidato que abusa de la demagogia y no sabe salir de Bagdad. Pero la resolución de la ONU ha debilitado la posición de los socialistas en ese asunto, aunque una mayoría apoyara la salida de las tropas y el abandono de los iraquíes a su suerto, lo cierto es que se ha visto demasiado a las claras que ZP ha mentido e incumplido su promesa electoral. Tampoco los grandes hallazgos de las ministras de cuota supondrán una gran diferencia en las urnas; en los primeros meses de mandato se le perdonará todo.

El problema real para el PSOE es que en esta ocasión no puede aprovecharse de los sentimientos de los españoles ante un atentado terrorista. Ya nadie parece querer saber esa verdad que retóricamente se pedía delante de las sedes del PP en la jornada de reflexión, pese a que Acebes compareció más en tres días que Alonso en más de un mes. Y ya no hay un señor de bigotes en el gobierno. Los chicos de la LOGSE y Crónicas marcianas, por tanto, quizá no voten esta vez. El domingo lo sabremos.