El PSOE, de repente, se ha puesto muy digno. No sólo considera una indignidad que pisen el parlamento los confidentes, cuando los sillones azules han tenido que aguantar las posaderas del socialista Barrionuevo y Mister X, sino que le parece muy mal que el PP realice un interrogatorio "no democrático" a Rafael Zouhier.

Los grupos afines al PSOE se han mostrado también muy indignados y han pedido que se repruebe a Ignacio del Burgo por tener la reprobable iniciativa de intentar averiguar la verdad del 11M. Sin embargo, no mostraron la misma diligencia cuando se supo que el socialista vicepresidente de la comisión había preparado la comparecencia del primer testigo, el célebre "portero automático". Si en julio daba la impresión de que todos los partidos se estaban comportando igual de mal en esta comisión, ahora parece que las izquierdas nacionalistas se están esforzando en demostrar que unos partidos son más iguales que otros.