Menú

La rabieta de Maragall

Maragall ha demostrado su buen talante y capacidad de aguante ante las críticas, anunciando como un niño enfadado que ya no se va a relacionar con Piqué. Debe ser que no se ha ocurrido nada mejor que esta chiquillada, pues el razonamiento del popular es impecable. Si lo que dijo en el parlamento catalán es cierto, es motivo de dimisión por decidir mirar a otro lado ante la corrupción de sus predecesores por conveniencia política. Sin embargo, si es falso, estaría acusando sin razón a la oposición para librarse de la porquería que destila el hundimiento del Carmelo.

Si no conocieramos Cataluña, expresaríamos nuestro deseo y confianza en que la fiscalía avance en sus investigaciones y nos muestre por cual de las dos razones Maragall debería irse. Pero hay veinticinco años de razones para el escepticismo.

Herramientas

0
comentarios